Causas, tratamiento y prevención de la hipomenorrea o regla escasa

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

¿Últimamente la cantidad de tu flujo menstrual o regla es más escasa comparándola con otros meses? Si es así, puede que estés sufriendo hipomenorrea, un trastorno menstrual que en principio no es grave, pero que puede ser el síntoma de una afección seria.

En este reportaje, analizaremos las causas de esta afección, los factores que la agravan, los síntomas que deberían preocuparte, el diagnóstico, tratamiento y los hábitos que debes seguir para evitarla.

¿Qué es la hipomenorrea?

La hipomenorrea, también conocida como períodos escasos, es un trastorno menstrual caracterizado por un sangrado menstrual leve en volumen, inferior al que se considera normal.

Si bien el periodo menstrual tiene unas características únicas en cada mujer (regular o irregular, largo o corto, doloroso o indoloro, intenso en flujo o ligero…) se considera saludable cuando se encuentra dentro de los siguientes parámetros:

  • Intervalo entre menstruaciones: de 24 a 36 días.
  • Duración de la regla: de cuatro a ocho días.
  • Cantidad de flujo menstrual expulsado: unos 80ml por periodo.

Aunque lo ‘normal’ es expulsar unos 80ml de flujo menstrual por periodo, los especialistas consideran que hay hipomenorrea cuando su volumen es inferior a 50 ml. Al principio, ese descenso del flujo es el único síntoma, pero a medida que avanza el trastorno, puede venir acompañado de oligomenorrea ((la menstruación dura menos de tres días) y desembocar en amenorrea o ausencia total de menstruación.

Síntomas de la hipomenorrea

El único síntoma de la hipomenorrea es que la regla es escasa en cantidad, siendo similares a otras menstruaciones anteriores tanto su color (rojo intenso) como su olor (metálico, dulzón y ácido).

Por lo general, esta disminución en el volumen dura como máximo una menstruación y no es indicativa de ningún problema de salud. Por el contrario, si viene acompañada de alguno de los siguientes síntomas, es probable que exista algún trastorno latente, por lo que deberías consultar a tu médico:

  • Sentir durante la menstruación un dolor intenso en el vientre y/o padecer contracciones uterinas, que en algunos casos vienen acompañadas de dolores de cabeza, de espalda (zona lumbar), náuseas, opresión en el pecho, indigestión o estreñimiento.
  • Presentar sangrados entre reglas.
  • El olor del flujo menstrual es intenso, penetrante, similar a pescado podrido, y su color, amarillento o anaranjado.
  • Ausencia de regla durante más de tres ciclos menstruales (salvo embarazo).

Causas de la hipomenorrea

Un flujo menstrual leve puede ser una simple manifestación de estados fisiológicos (como, por ejemplo, el tránsito entre la niñez y la pubertad o entre la madurez y la menopausia), la consecuencia del funcionamiento incorrecto de las glándulas y hormonas que regulan el ciclo menstrual (especialmente de los estrógenos) o el síntoma de estar padeciendo una enfermedad. Sea por una causa u otra, todas coinciden en que afectan a las hormonas sexuales femeninas, especialmente a los estrógenos, que cumplen funciones tan relevantes como regular el ciclo menstrual, contribuir al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y preparar el cuerpo para la posible fecundación.

Origen genético

Algunas mujeres tienen un volumen de flujo menstrual inferior a 50ml por razones genéticas. No es preocupante, ya que el embarazo puede producirse con normalidad y la incidencia de infertilidad es la misma que en mujeres con un volumen de flujo menstrual que se encuentra dentro de la normalidad.

Adolescencia y Perimenopausia

A lo largo de la vida de una mujer, su ciclo menstrual pasa por distintas etapas con determinadas características, siendo lo normal que en los extremos (inicio y fin) haya desarreglos provocados por cambios hormonales:

  • Pubertad: La característica principal del ciclo menstrual y la regla en la pubertad es su irregularidad, especialmente en los dos o tres primeros años posteriores a la menarquía o primera regla, en los que se presentarán oscilaciones en la duración del ciclo menstrual y de la menstruación (con periodos de amenorrea) y en la intensidad del flujo, debido a que los ovarios no han terminado de madurar.
  • Perimenopausia: La etapa previa a la menopausia, denominada perimenopausia, se caracteriza por ciclos menstruales irregulares (más largos o breves de lo normal), flujo menstrual muy abundante o muy ligero en relación con el habitual y baches amenorreicos (ausencia de regla en periodos inferiores a seis meses), que suelen durar unos cuatro años hasta el cese total de la menstruación.

Anticonceptivos

La disminución del volumen del flujo menstrual es un efecto secundario común de los métodos anticonceptivos hormonales (anticonceptivos orales, dispositivos intrauterinos o DIU, implantes hormonales y parches anticonceptivos), ya que su bajo contenido de estrógeno reduce el crecimiento del endometrio, reduciendo a su vez la cantidad de este que se desprende durante la menstruación.

Estrés

El estrés y la sobrecarga emocional provocan que el cuerpo produzca una gran cantidad de cortisol y adrenalina que afectan a las hormonas encargadas de regular el ciclo menstrual (GnRH, progesterona y estrógenos). Este desarreglo hormonal causa una disminución del flujo menstrual que puede degenerar en amenorrea. Esto mismo puede suceder con otros factores nerviosos y emocionales como sufrir episodios depresivos y experiencias dolorosas o traumáticas.

Deficiencia de nutrientes

Un descenso brusco del nivel de grasa corporal, provocado por una dieta de choque o un exceso de ejercicio físico, también puede causar desarreglos menstruales que incluyan hipomenorrea y amenorrea. Otros factores relacionados son la anemia, la hipovitaminosis (deficiencia de vitaminas) y la desnutrición, de ahí que las mujeres con anorexia nerviosa y/o bulimia suelan tener desarreglos menstruales que pueden degenerar en amenorrea.

La triada de la atleta

Como explicamos en este reportaje con detenimiento, la triada de la deportista o atleta es un síndrome grave que (como su nombre indica) pueden sufrir mujeres deportistas. Se caracteriza por la suma de tres factores: baja disponibilidad energética con o sin trastornos de la conducta alimentaria (TCA), alteración del ciclo menstrual y baja densidad mineral ósea. Aunque las alteraciones del ciclo menstrual más comunes que provoca este síndrome son amenorrea y el retraso de la menarquía o primera menstruación, algunas mujeres sufren hipomenorrea, oligomenorrea y anovulación (ausencia de ovulación o no producción de óvulos, que causa esterilidad).

Obesidad

El sobrepeso y la obesidad incrementan el nivel de estrógenos, lo que puede causar reglas irregulares, incluyendo hipomenorrea, oligomenorrea , amenorrea, anovulación y el síndrome del ovario poliquístico (SOP), y aumentan el riesgo de padecer cáncer de útero, de ovario o de mama.

Tabaco

Determinadas sustancias tóxicas del tabaco, como los hidrocarburos, disminuyen el nivel de estrógenos, provocando trastornos menstruales como la disminución del volumen del flujo menstrual, el retraso de la menarquia y amenorrea. Por otro lado, las mujeres fumadoras son más propensas a sufrir dismenorrea o dolor menstrual intenso.

Otros

Fluctuaciones hormonales y trastornos metabólicos (tiroides hiperactiva, niveles altos de prolactina, insulina y/o andrógenos), un útero de tamaño reducido, cirugías urogenitales como la miomectomía (procedimiento quirúrgico para extirpar fibromas uterinos), intoxicación por químicos o radiación, el síndrome de Asherman (presencia de adherencias y/o fibrosis dentro de la cavidad uterina debido a cicatrices) y lesiones tuberculosas en los órganos genitales.

Diagnóstico y tratamiento

Aunque la hipomenorrea es, técnicamente, una anormalidad del flujo menstrual causada por desarreglos hormonales que no deberían ser indicativos de nada grave, es de vital importancia acudir al médico si se dan los síntomas de riesgo, para que descarte la existencia de otros problemas médicos subyacentes y también para que determine si este síndrome puede afectar a tu salud.

Para realizar el diagnóstico, el médico suele analizar la historia clínica de la paciente y realizar las siguientes pruebas:

  • Examen ginecológico completo, que incluye una ecografía para determinar el grosor del endometrio, el tamaño de los ovarios, el crecimiento de los folículos, la ovulación y posibles anormalidades.
  • Análisis de sangre y orina, que suelen incluir pruebas sobre los niveles de hormonas como la foliculoestimulante, la luteinizante, los estrógenos, la prolactina y la insulina.
  • Análisis de muestras vaginales para descartar infecciones vaginales y enfermedades de transmisión sexual.
  • Evaluación por ultrasonido del útero y los ovarios.

El tratamiento dependerá de los resultados obtenidos y en muchos casos necesitará la actuación de un equipo multidisciplinar de profesionales que aborde todas las causas físicas y psicológicas que estén implicadas en el trastorno.

Prevención

Un volumen leve de sangre menstrual es el menor de los efectos que puede causar el tabaco en tu salud. Como te expliqué en el reportaje Efectos del tabaco en la sexualidad femenina y en el suelo pélvico y que puedes leer en este enlace, fumar afecta a la fertilidad y al disfrute sexual. En cuanto a la fertilidad, fumar detiene el crecimiento de los ovocitos (óvulos en su fase más temprana) dentro del ovario, por lo que las fumadoras y ex-fumadoras presentan mayores dificultades para quedarse embarazadas al tener menor reserva ovárica, una peor calidad ovocitaria y embrionaria, y más anomalías cromosómicas. Además, el tabaquismo adelanta la llegada de la menopausia entre uno y cuatro años, duplica el riesgo de sufrir embarazos ectópicos (fuera del útero), aumenta un 28% el riesgo de aborto espontáneo e incrementa las posibilidades de un parto prematuro y de dar a luz a un bebé muerto.

En cuanto a la libido y disfrute del sexo, fumar disminuye la excitación sexual y el deseo porque inciden en los neurotransmisores responsables de la libido femenina, reduce la erección del clítoris y lo atrofia, provocando impotencia femenina a largo plazo; y aumenta el riesgo de sequedad vaginal que a su vez provoca relaciones sexuales dolorosas, reduce el placer sexual y retarda la llegada del orgasmo y su intensidad.

Cuida tu alimentación

Para evitar la disminución de los niveles de estrógenos y progesterona, es recomendable que consumas alimentos ricos en fitoestrógenos, antioxidantes, vitamina B6, omega 3 y zinc.

  • Fitoestrógenos. Los alimentos más ricos en fitoestrógenos son la soja y todos sus derivados, la alfalfa, las semillas de lino, los guisantes, las nueces, los plátanos y el kuzu.
  • Antioxidantes. Vitamina C (frutas como fresa, kiwi, lima, limón, naranja y mango; verduras de hojas verdes, brócoli, coliflor, repollo y tomate). Vitamina E (aceites vegetales y de semillas, almendras, avellanas, germen de trigo y de maíz, nueces y semillas de girasol). También son recomendables los siguientes alimentos antioxidantes: ajo, alcachofa, canela, chocolate negro, frutos del bosque (arándanos, frambuesas, moras), manzana, patata, semillas de sésamo, lino y chía, uvas rojas y zanahorias.
  • Vitamina B6. Alimentos que contienen mayor cantidad de vitamina B6: pescados (sardina, salmón, atún, bonito, besugo, trucha), nueces, legumbres (lentejas garbanzos, judías blancas), hígado, carnes de aves (pollo y gallina), plátano y aguacate.
  • Zinc. Alimentos que contienen mayor cantidad de zinc: ostras, cangrejo, huevos, carne de cerdo, semillas de calabaza, garbanzos, cacahuetes y chocolate negro.
  • Omega-3. Alimentos que contienen mayor cantidad de omega-3: pescados (salmón salvaje, sardinas, caballa, jurel, anchoas y atún), semillas (chía, lino y calabaza), nueces, aceite de canola, brócoli y soja.

Mantén tu peso ideal

Para saber cuál es tu peso ideal, mide tu índice de masa corporal (IMC) dividiendo tu peso en kilos entre tu talla en metros al cuadrado (kg/m2). Si el IMC es igual o superior a 25, padeces sobrepeso; si es igual o superior a 30, obesidad; y si es inferior a 18, riesgo de desnutrición. Si tienes dudas de cómo calcularlo, hay calculadoras online gratuitas que determinan el IMC solo con la estatura y el peso.

Si has comprobado que tienes sobrepeso u obesidad, acude al médico para que te haga un diagnóstico personalizado. No hagas dieta por tu cuenta. Hay muchos factores que influyen en el aumento de peso en mujeres que no tienen nada que ver con la alimentación, como enfermedades (hipotiroidismo, síndrome de Cushing), genética (antecedentes familiares), raza, efectos secundarios de algunos medicamentos, cambios en el metabolismo…

Por otro lado, si al calcular tu IMC, el resultado es igual o inferior a 18, estás por debajo del peso apropiado y puedes estar arriesgando tu salud. Algunos estudios médicos revelan que las personas con un peso demasiado bajo tienen casi el doble de riesgo de fallecimiento en relación con las personas con un peso normal, e incluso más que las personas con obesidad. Por favor, si tu IMC es bajo, acude al médico para que determine su causa.

Ejercicio regular y moderado

Es indiscutible que practicar ejercicio previene enfermedades y nos mantiene saludables a nivel físico y mental, pero tanto el ejercicio físico como el deporte también pueden perjudicar a nuestra salud, incluyendo la menstrual, al provocar trastornos como la triada de la mujer deportista y el síndrome de sobreentrenamiento (SEE) que, a su vez, causan desarreglos como hipomenorrea, oligomenorrea, retraso en la aparición de la menarquía, amenorrea y ciclos anovulatorios (se menstrua, pero no hay ovulación).

Antes de iniciarte en el ejercicio físico o practicar algún deporte, deberás al médico para que examine en qué estado se encuentra tu condición física y detecte posibles condicionantes o patologías que la desaconsejen. Una vez que te dé carta blanca, acude a un profesional para que elabore un programa de entrenamiento adaptado a ti; aunque Internet y aplicaciones para móviles ofrezcan programas de entrenamiento, suelen ser genéricos e insuficientes. De todos modos, si no puedes permitirte un entrenador, infórmate muy bien de todo lo que debes saber sobre los ejercicios antes de empezar a entrenar.

También es importante que sigas una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades de tu organismo y del deporte o ejercicio físico que realices. Acude a un nutricionista para que elabore un plan estratégico de alimentación adaptado a ti y si no puedes, infórmate bien y elabóralo tú misma. No descuides tu alimentación ni te arriesgues con las «dieta milagro», las consecuencias de una dieta insuficiente pueden ser irreversibles y mortales en muchos casos.

Cuida tu mente

El estrés afecta a la salud menstrual, pudiendo causar hipomenorrea, oligomenorrea, amenorrea, polimenorrea (ciclos cortos o inferiores a 21 días) y agravar el síndrome premenstrual, intensificando los dolores abdominales.

Para evitarlo, aléjate de situaciones estresantes y personas tóxicas, cultiva los pensamientos positivos, duerme y descansa lo suficiente, pasea y mantente en contacto con la naturaleza, cultiva tus relaciones afectivas, realiza ejercicios como el yoga y el taichí, practica técnicas de meditación y disfruta de actividades que te enriquezcan. Si consideras que estás atravesando una etapa depresiva o especialmente estresante que te supera, acude al médico para que te oriente.

Conoce tu ciclo menstrual

Como hemos visto, cada mujer es un mundo y su ciclo menstrual, otro. Lo que es ‘normal’ para unas mujeres no tiene por qué serlo para ti. Si quieres detectar cualquier cambio en tu ciclo menstrual es imprescindible que conozcas cuáles son sus características únicas. Será muy útil que lleves un diario en el que apuntes la regularidad y peculiaridades de tu ciclo, incluyendo el volumen y características de tu regla. ¿Cuántos días dura? ¿Cómo son su color y olor? ¿Y su cantidad? ¿Viene acompañada de dolores fuertes en el vientre?

Quizá te estés preguntando cómo puedes medir todos esos factores. Puedes observar el color, olor y cantidad de tu regla en tu compresa, tampón o braga menstrual, pero lo más recomendable es usar una copa menstrual. Cuando la regla entra en contacto con el aire y los componentes de este tipo de protectores menstruales (perfumes, resinas, agentes aglutinantes, celulosa, algodón, etc.), su olor se intensifica y su color cambia. Por el contrario, una copa menstrual retiene la regla en nuestro interior y la silicona de grado médico con la que está fabricada no altera ni su olor ni su color. Además, es mucho más sencillo medir la cantidad, bien porque conoces la medida de cada copa, bien porque es sencillo extraer el flujo y medirlo aparte.

No lo dejes pasar. Recuerda que cualquier variación significativa de tu ciclo menstrual puede indicar que estás sufriendo algún trastorno de salud que puede agravarse si no recibes tratamiento. Observa tu cuerpo y cuídate.

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