Claves para proteger tus muslos, ingles y pies de las rozaduras

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

Llega el verano y con él las temibles rozaduras en la cara interna de los muslos, las axilas, las ingles y los pies. Sí, temibles, no por el dolor que causa la fricción, sino también por las heridas, las ampollas, el riesgo de infección y el oscurecimiento o hiperpigmentación que queda cuando se curan. Y aunque el verano es la época en la que son más habituales (porque llevamos pantalones cortos, pareos, vestidos, bikini mojado y calzado sin calcetines), también aparecen durante todo el año cuando hacemos deporte o usamos ropa o calzado inadecuado. ¿Cómo prevenirlas? ¿Cómo curarlas para que no aparezcan otros síntomas como infecciones e hiperpigmentación? Te lo explico en este artículo.

Cómo prevenir las rozaduras en los muslos

La cara interna de los muslos es una de las zonas que más fricción soporta en verano. La fricción constante, agravada por el sudor y el salitre, origina rozaduras, microheridas y ampollas que, cuando se curan, se convierten en cicatrices oscuras (hiperpigmentación). Un error muy común es creer que esto solo le pasa a las gorditas; aunque es verdad que el sobrepeso es uno de los motivos más habituales, la fricción depende de la estructura de los muslos; por muy delgada que estés, si están pegados, el roce es inevitable.

A esto se suma la irritación por el sudor, debida a la candida albicans, una levadura que si prolifera, puede irritar la piel y causar sarpullidos rojizos que pueden picar y escocer muchísimo. ¿Cómo prevenirlos?

Hay varios remedios para evitar que te rocen los muslos y haya exceso de humedad; los más efectivos son cremas y aceites como la vaselina, cremas específicas antirozaduras, los bandelettes y los polvos de talco:

Vaselina

La vaselina es una crema o pomada que evita el roce de los muslos gracias a su textura espesa y grasa, resistente al sudor (pero no al agua del mar). Además, su composición tiene propiedades lubricantes y emolientes, por lo que mantiene la humedad natural de la piel, la suaviza, disminuye la irritación y elimina las excoriaciones (es decir, las irritaciones cutáneas causadas por el roce de la piel contra ella misma o contra materiales como la ropa). En su defecto, también puedes aplicarte aceite de oliva, aunque tiene la desventaja de manchar la ropa y quemarte si expones la piel al sol, así que mejor que lo utilices después, para calmar, suavizar e hidratar tus muslos.

Polvos de talco

Los polvos de talco son un remedio casero utilizado desde siempre para suavizar, calmar, proteger y blanquear la piel, y para mantener su humedad equilibrada, gracias a sus propiedades absorbentes, antitranspirantes, blanqueantes y antibacterianas, y su textura suave y sedosa. Sin embargo, los especialistas alertan de lo peligroso que es si se inhala y si se aplica en la vulva, debido a que contiene sustancias cancerígenas. Si decides usarlo, aplícatelo en las manos con cuidado de no levantar polvillo y luego espárcelo entre los muslos teniendo muchísimo cuidado para que no llegue a la vulva.

Cremas especiales para las rozaduras

Estos últimos años, varias marcas ofrecen cremas específicas para prevenir las rozaduras cuando haces deporte, que puedes aplicarte también para prevenir las de los muslos en verano. Son de venta libre y puedes encontrarlas en farmacias, tiendas de cosmética y tiendas deportivas.

Bandelettes

Las Bandelettes son unas bandas similares a las ligas, que protegen los muslos de las rozaduras. Las hay de varios colores, tejidos y texturas, pero para que sean efectivas, escoge las de materiales naturales, suaves, transpirables, de acabado liso y sin encaje, y con función antideslizante (para que no se bajen por la fricción ni se den de sí). Para saber tu talla, mide tus muslos de pie y sin ropa; si la medida difiere, escoge la talla con la menor circunferencia; si la medida se encuentra entre dos tallas de la marca concreta de las Bandelettes, escoge la más pequeña de las dos. 

Elimina el agua salada

Después de bañarte en el mar, lávate bien los muslos con agua dulce y luego aplícate una crema protectora (como vaselina, aceite de almendras o crema especial para rozaduras). La sal aumenta la irritación y el roce puede causarte heridas.

Consejos para curar las rozaduras de los muslos

Si a pesar de todas las precauciones, ya te has rozado, puedes utilizar los siguientes productos calmantes, hidratantes y regeneradores de la piel, así como otros que eviten el oscurecimiento o hiperpigmentación o la eliminen:

Nutrir y reparar

  • Aloe vera. El aloe vera es uno de los mejores remedios naturales para la piel gracias a su acción antiinflamatoria, calmante, antibiótica y regeneradora. Aplícate directamente su pulpa sobre la rozadura reciente para curarla y en los días posteriores para prevenir la aparición de cicatrices e hiperpigmentación. 
  • Cremas para bebé. Las cremas específicas para las rozaduras de los bebés alivian, calman e hidratan la piel y favorecen la regeneración de sus células; además, también puedes utilizarlas para prevenir las rozaduras gracias a su acción protectora.
  • Aceite de almendras dulces. El aceite de almendras dulces es uno de los mejores aliados de nuestra piel gracias a su composición rica en ácidos grasos esenciales, vitaminas A, B, E, K y zinc, que le aportan propiedades humectantes, emolientes, antioxidantes y antiinflamatorias. Si te aplicas una pequeña cantidad de aceite de almendras dulces antes de salir de casa, protegerás tus muslos de la fricción, y si lo haces después, hidratará la zona, calmará la irritación, reducirá la inflamación del tejido, regenerará la piel y eliminará las células muertas.
  • Bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Para reducir la inflamación y el riesgo de infección, pon una cucharadita de este producto en un barreño o bidé con agua tibia, sumerge la rozadura unos minutos, enjuaga con agua tibia y aplícate después cremas nutritivas y regeneradoras. También puedes mezclar una cucharada de bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta obtener una pasta y aplicarla directamente sobre la cara interna de los muslos; después de un par de minutos, enjuaga, seca y nutre la piel como en el caso anterior.
  • Aceite de coco. El aceite de coco tiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, antioxidantes, hidratantes y regeneradoras para la piel, por lo que es muy efectivo para aliviar la irritación y picor de la rozadura, para prevenir infecciones y para nutrir y curar la zona.

Exfoliar y blanquear la piel

La fricción entre los muslos no solo puede causar heridas, sino también oscurecimiento o hiperpigmentación, debido a la sobreproducción de melanina (pigmento que da color a la piel)

Para eliminar las células muertas que se han formado entre tus muslos, elabora un exfoliante natural mezclando una cucharita de miel, otra de azúcar y el jugo de un limón; luego, frota la cara interna de tus muslos con suaves movimientos circulares, deja actuar durante unos 2 minutos, aclara con agua tibia, seca bien y aplícate una crema o aceite reparador y regenerador de la piel.

También puedes exfoliar las células muertas con una pasta elaborada con una cucharada de bicarbonatdo de sodio y agua. Masajea suavemente con ella la zona, durante 2 minutos máximo; luego, enjuaga con abundante agua tibia, seca bien y ponte una crema o aceite reparador y regenerador. 

Para blanquear la zona oscurecida, elabora una mascarilla casera mezclando el jugo natural de un limón con medio yogur natural; después, extiéndela entre los muslos, deja que actúe durante 15/30 minutos y aclara con agua. También es muy efectiva la mascarilla casera compuesta por el jugo de medio limón y tres cucharadas de aceite de coco; aplícatela como la de limón y yogur.

Cómo prevenir la hiperpigmentación genital

En verano también es muy habitual la irritación e hiperpigmentación de la piel cercana a la vulva (en especial, las ingles) y la zona perianal. Esto se debe a diversos factores como el roce de los plásticos de las compresas, ropa interior, bikini, bañador mojado y ropa muy ajustada; una higiene íntima insuficiente o incorrecta, en especial cuando tenemos la regla (el flujo menstrual contiene hierro que acaba oscureciendo la zona con la que ha mantenido contacto); y la deshidratación y acumulación de células muertas.

Para prevenirlo, sigue estos consejos:

  • Usa ropa interior de algodón 100% orgánico; este material es hipoalergénico y suave, así que no irrita la piel ni causa eccemas, alergias ni rozaduras (siempre que no lleve encajes o terminados ásperos), facilita la absorción adecuada del sudor y del flujo menstrual, equilibra la humedad de la vulva, permite que la piel respire (por lo que reduce el riesgo de desarrollo de levaduras, hongos y bacterias) y, a diferencia de los materiales sintéticos, no incrementa el olor genital cuando este entra en contacto con el aire y el tejido.
  • Quítate la ropa de baño mojada. Como vimos en este artículo, el riesgo de sufrir infecciones vaginales aumenta un 50% en verano debido, en parte, a la humedad de la ropa de baño, que favorece la proliferación de hongos y altera el pH vaginal. Para prevenirlo, no lleves el bikini o el bañador mojado durante más de 30 minutos, dúchate después de un baño (en el mar, río, lago, piscina…) y sécate muy bien la zona con una toalla distinta a la que uses para el cuerpo.
  • Mantén una higiene íntima correcta. Si tienes la regla, límpiate bien cuando te quites el protector menstrual, lava la zona con agua tibia y sécate con una toallita o papel absorbente. Por otro lado, deberás quitarte la compresa cuando esté llena y máximo cada cuatro horas, no solo para evitar el contacto del flujo menstrual con la piel, sino también para prevenir infecciones vaginales. Durante el período menstrual, la temperatura y humedad de la zona vaginal aumentan, y las compresas y bragas menstruales dificultan que estas se liberen, favoreciendo las infecciones. Si usas tampones, también tendrás que cambiarlos máximo cada cuatro horas y siempre después de haberte bañado, porque ha podido mojarse y eso aumentaría las probabilidades de desarrollar una infección (por los microorganismos que se encuentran en el agua).
  • Cambia de protector menstrual. Plantéate cambiarte a las copas menstruales de silicona de grado médico. Es un material no poroso que previene el crecimiento de bacterias y hongos, hipoalergénico (no irrita ni provoca alergias ni vaginitis), biocompatible (compatible con los tejidos corporales, por eso se utiliza para dispositivos médicos como marcapasos o catéteres) e inocuo para el organismo (no desprende partículas tóxicas ni provoca que el cuerpo la rechace),

Consejos para curar las rozaduras de las ingles

Para curar, nutrir, exfoliar y blanquear las ingles puedes utilizar algunos de los remedios que hemos visto para la cara interna de los muslos: aloe vera, aceite de oliva y bicarbonato de sodio, aunque si le añades limón, ten mucho cuidado para que no llegue a tu vulva.

En cuanto al resto de remedios, solo serían aconsejables si evitas que lleguen a tu zona íntima (muy complicado en verano, debido al sudor), ya que su pH oscila entre 4,5 y 5, y pueden alterarlo, aumentando el riesgo de infecciones; además, algunas de esas cremas llevan perfumes y conservantes que pueden causar alergias y dermatitis alérgica en la zona vulvovaginal. 

Lo adecuado sería usar un producto específico para esta zona (incluyendo las ingles) como Balmy, una crema hidratante, humectante, protectora, calmante y regeneradora, específica para la vulva, clínica, ginecológica y dermatológicamente testada, hipoalergénica, con el mismo pH de la zona vulvovaginal, libre de perfumes, sin gluten, vegana y no testada en animales, de uso externo y con una textura fluida que no deja residuos en la ropa interior, por lo que puedes utilizarla si tienes las ingles irritadas (por la depilación, roce de ropa interior, fricción con los bordes de las compresas…) o sientes la vulva seca. 

Su composición incluye ácido hialurónico (que alivia la sequedad vulvar, porque hidrata y regenera las mucosas, respetando la microflora vaginal y el pH íntimo), escualeno vegetal (con propiedades antioxidantes, antibacterianas, hidratantes y regeneradoras) y aceites vegetales ricos en ácidos Omega 3 (que también reparan y regeneran la piel desde el interior, al contribuir a la reconstrucción de las células).

En cuanto al blanqueamiento de la hiperpigmentación, también existen cremas blanqueadoras específicas para la zona genital y la zona de las ingles, aunque si decides comprarlas, asegúrate de que su composición no incluya perfumes ni sustancias que puedan resultar irritantes o peligrosas para la vulva y la vagina.

Consejos para prevenir y curar las rozaduras de los pies

Los pies son una de las estructuras más importantes de nuestro cuerpo; soportan todo el peso y el equilibrio, nos mantienen erguidos y nos permiten caminar, y absorben y amortiguan cualquier impacto que provenga del suelo. Sin embargo, en vez de cuidarlos, los sometemos a calzado inadecuado por moda o por desconocimiento, causándole daños que en muchos casos son irreversibles.

Una de los problemas que más sufren en verano son (además de la falta de transpiración que favorece la hinchazón, los edemas y las infecciones por hongos) las rozaduras, causadas por la fricción de la piel contra el calzado; no solo son dolorosas, sino que forman una ampolla que cuando se rompe, deja al descubierto una piel muy fina más propensa al dolor y a las infecciones. ¿Cómo prevenir y curar las rozaduras? Eligiendo el calzado adecuado y cuidando nuestros pies.

Escoger calzado

Un calzado inadecuado en anchura y longitud, materiales rígidos y sintéticos (en especial, los plásticos), con adornos y costuras que se clavan, con tacón elevado y sin ventilación adecuada, dañan la piel, impiden que los pies transpiren (aumentando el riesgo de infecciones) y perjudican a los huesos, tendones y músculos de todo el cuerpo, ya que nos obligan a caminar de manera incorrecta. 

Para prevenirlo, escoge un calzado de tu talla (en anchura y longitud), de materiales naturales, flexibles, suaves y transpirables, sin adornos ni costuras. Cuando te lo ponga (y si el modelo te lo permite) usa medias, calcetines o pinquis para prevenir las rozaduras y heridas. Si no, ponte polvos de talco; como hemos visto, son antibacterianos, antitranspirantes, mantienen la humedad de la piel y su textura sedosa y suave reducirá la fricción.

Un truco muy efectivo, cuando estrenamos zapatos, es darlos de sí antes; para hacerlo, puedes ponerte unos calcetines y andar un rato por la casa, o usar una horma. Si los zapatos son de cuero, aplícales crema corporal, porque ablanda el material y facilita que se dé de sí.

Si te hacen daño y los trucos anteriores no sirven (por ejemplo, si el calzado es de plástico o tiene acabados ásperos), ponte vaselina (salvo que vayas a competir o no uses calcetines) o tiritas en las zonas estratégicas (de las que aguantan el agua, para que no se despeguen).

Cuidado de los pies

Algunos remedios naturales y productos específicos para exfoliar la piel de los pies y eliminar asperezas pueden debilitar y destruir la capa superficial, irritarla y reblandecerla, favoreciendo infecciones y heridas. Lo ideal es nutrir los pies con una crema podológica; su composición específica para esta zona la nutrirá, regenerará y protegerá de agresiones externas como infecciones (papilomas, pie de atleta…) y rozaduras.

Si la fricción te ha causado una herida, cúratela con povidona yodada, es muy eficaz para desinfectar pequeñas heridas, cortes superficiales en la piel, quemaduras leves y rozaduras, y también contra las bacterias, hongos, virus, protozoos y esporas. Luego, cúbrela con una gasita antiadherente y esparadrapo de papel. Si quieres favorecer la curación y regeneración de la piel, aplícate pulpa de aloe vera; como hemos visto, es un producto natural muy efectivo para la piel, porque es antiinflamatorio, calmante, antibiótico, regenerador y previene cicatrices.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *