Ejercicios con pesos vaginales: qué hacer y qué no
Los músculos del suelo pélvico tienen uno de los trabajos más difíciles de todo el cuerpo, que es actuar como soporte de nuestros órganos vitales y ayudarnos a permanecer nuestras funciones corporales bajo control. Aunque el término “Kegel” se ha vuelto prácticamente omnipresente y convertido en sinónimo de los ejercicios del suelo pélvico, casi el 50% de las mujeres todavía no saben cómo hacer los ejercicios de Kegel correctamente (apretar y elevar chicas, ¡apretar y elevar!).
Una vez hayas perfeccionado esta técnica puedes añadir pesos vaginales a tu rutina de fortalecer tu suelo pélvico, al igual que harías en el gimnasio. Piénsalo, flexionar el brazo sin pesas puede tonificar la musculatura pero súper (súper…) despacio. Los pesos mejoran tu rendimiento al dar a tus músculos un objeto sólido que sostener ya que literalmente puedes sentir el peso moverse y elevarse, permitiéndote saber que lo estás haciendo correctamente y proporcionándote resistencia a tu entrenamiento, ayudándote a fortalecer y tonificar los músculos más rápido.
Usar pesos vaginales por primera vez puede resultar intimidante (por no decir que da “cosilla”) ¡pero es sencillísimo! Para sacarle el máximo partido a cada apretón, echa un vistazo a nuestros consejos:
SÍ – Localiza los músculos del suelo pélvico
Es importante colocar el peso en el lugar correcto de la vagina. Antes de insertarlos te recomendamos que insertes un dedo dentro en tu vagina y aprietes tu suelo pélvico, como si estuvieras intentando detener la orina. Sentirás la contracción de los músculos alrededor de tu dedo al apretar. Lo que necesitas es insertar el peso, para que lo sientas, justo por encima de este músculo aproximadamente 2 cm dentro de tu vagina. Tu suelo pélvico es como una hamaca dentro de tu pelvis y lo que quieres es que el peso se apoye en él.
NO coloques el peso de la vagina demasiado alto
Si colocas el peso demasiado alto dentro de tu vagina no realizarás un entrenamiento efectivo ya que el suelo pélvico no tendrá nada sobre lo que contraer. Algo similar pasará si colocas el peso demasiado bajo. Después de todo esta es una forma de entrenamiento y no quieres gastar energía sin obtener resultados óptimos, ¿Verdad?
SÍ – Encuentra una buena posición
La gravedad puede ser tu mejor amigo o peor enemigo cuando entrenas tu suelo pélvico. Si eres nueva usando pesos para ejercitar tus músculos pélvicos te recomendamos empezar insertando el peso mientras estás acostada sobre tu espalda, o en cualquier posición reclinada que te haga sentir cómoda. Una vez tengas dominado esto, puedes trabajar en posiciones que lo ponen más difícil, como sentada, de pie o incluso caminar. Lo más importante es encontrar una posición cómoda para ti y que te ayude a centrarte en lo que está sucediendo abajo.
NO te pases de ambiciosa
Hay vídeos en internet de mujeres que pueden levantar tablas de surf con los músculos del suelo pélvico sin sudar gota. Esto es quizás ponerse el listón un poco (demasiado) alto, incluso para aquellas que han estado haciendo ejercicio por un tiempo. Recomendamos que empieces contrayendo tu suelo pélvico y mantenerlo durante dos segundos y luego relajarte durante dos segundos. Una vez bajo control puedes intentar mantener tus contracciones por más tiempo. ¡Esa vagina se pondrá fuerte en poco tiempo!
SÍ – ¡Ponte a prueba!
Ahora que tienes los conceptos básicos claros es hora de llevar tu ejercicio al siguiente nivel Comienza a ponerte desafíos ¿puedes contraer tu suelo pélvico mientras estás de pie? ¿En la ducha? ¿Bailando al son de tu canción favorita? ¡Inténtalo! Si puedes hacer todo esto con un peso ligero, aumenta la dificultad usando un peso mayor. Ejercitadores de buena calidad como Laselle, vienen en sets de pesos progresivos que puedes intercambiar e incluso enlazar a medida que adquieres fuerza, y hacer rutinas más complicadas.
NO seas dura contigo misma…
Como todos los entrenamientos los resultados nunca son inmediatos. Intenta ejercitar tu suelo pélvico 3 veces a la semana y luego a diario, y en unas pocas semanas comenzarás a sentir resultados. Los ejercicios del suelo pélvico son excelentes para prepararse y recuperarse del parto y para aumentar el control de la vejiga. También pueden ayudar con la tensión del suelo pélvico aumentando (placenteramente) las sensaciones durante el sexo (¡bieeen!). Estos pesos pequeños realmente marcan la diferencia, sea cual sea tu meta. Si quieres saber más razones por las que deberías hacer ejercicios de Kegel, haz clic aquí.
SÍ – Mantén los pesos siempre limpios
No importa qué tipo de pesos estés utilizando, asegúrate de limpiarlos antes y después de su uso. Recomendamos usar jabón antibacteriano y agua o un limpiador de accesorios íntimos con pH equilibrado. Esto es muy importante para protegerte de cualquier bacteria dañina y mantener tus ejercitadores en buenas condiciones.
SÍ – Hazlo divertido
Además de contribuir a tu bienestar íntimo, ejercitar el suelo pélvico es divertido, fácil y una forma como otra cualquiera de mimarte. Añadir pesos a la ecuación de los ejercicios los hace más eficientes, y te permite ganar fuerza y tono aún más rápido.
Así que es hora de desafiarte a ti misma y ponerte a ejercitar tu suelo pélvico y en menos de lo que esperas podrás levantar tablas de surf con la vagina (Bueno… Tal vez no…)
Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.