El esquivo mundo de la ovulación
Ovulación. Has escuchado la palabra. Tal vez tengas una comprensión básica de cómo funciona en tu cuerpo, pero ¿alguna vez te has sumergido en el mundo un tanto esquivo de la ovulación?
¿No? Bueno, ahora puede ser un buen momento para que lo hagas.
Nociones básicas
La capacidad del cuerpo femenino para ovular es una de las características clave que nos permite reproducirnos.
Pero, ¿qué es exactamente la ovulación? Tus óvulos se almacenan en los increíbles órganos reproductores que se conocen como los ovarios. Naces con todos los óvulos que tendrás hasta la menopausia; es decir, tu cuerpo no producirá óvulos nuevos, sino que a lo largo de tus años reproductivos o fértiles liberará un promedio de uno de estos óvulos por periodo.
En cada ciclo menstrual ocurre una de estas dos cosas: o un espermatozoide fertiliza el óvulo y se produce el embarazo o, en la mayoría de los casos, el óvulo se expulsa con el revestimiento uterino que se estaba preparando para la fertilización (la regla o menstruación). Estos huevos solo viven veinticuatro horas después de ser liberados, ¡así que tienen que actuar rápido!
Por lo general, la ovulación ocurre aproximadamente dos semanas antes de tu período o regla, justo a la mitad de un ciclo menstrual de veintiocho días. Ten en cuenta que la duración del ciclo de cada mujer es diferente. Algunos pueden ser más largos o más cortos, aunque lo normal es que dure entre veinticinco y treinta y dos días desde el comienzo de una regla a otra.
Ahora que te he explicado lo básico, es posible que tengas algunas preguntas candentes que quieras hacer. Ningún problema, estamos aquí para responder a todas tus dudas relacionadas con la ovulación.
¿Puedo soltar más de un óvulo?
¡Sí, puedes!
Es más, como la mayoría de tus óvulos maduros se eliminarán cada mes con la regla porque no han sido fertilizados por un espermatozoide, probablemente nunca sabrás si liberaste más de uno.
Cuando lo sabrás seguro es con el embarazo, porque si una mujer libera dos (o más) óvulos y se fertilizan, tendrá mellizos, trillizos… y así sucesivamente.
¿Duele ovular?
¡Sí, a veces duele!
Aproximadamente un tercio de las personas que menstrúan experimentan «mittelschmerz», una palabra alemana que traduce literalmente «dolor medio» y se refiere al dolor que se experimenta durante la ovulación; dura de veinticuatro a cuarenta y ocho horas y generalmente no requiere ningún tratamiento.
Los motivos más comunes por los que puedes sufrir mittelschmerz son:
- La dolorosa sensación de estiramiento de tu ovario a medida que se expande alrededor del folículo en crecimiento.
- La sensación de que tus óvulos «estallan» fuera de la pared del ovario.
- Cuando las trompas de Falopio se contraen para empujar al óvulo hacia el útero.
Por lo general, el mittelschmerz dura de veinticuatro a cuarenta y ocho horas y se siente en el lado en el que ocurre la ovulación; es decir, cada mes duele solo el lado del ovario que está ovulando, pero en algunos casos es posible que duela el mismo lado repetidamente.
De todos modos, si experimentas un dolor intenso a mitad del ciclo, deberías ir al médico porque también podría ser indicativo de un problema más grave, como fibromas, quistes ováricos, cáncer o un embarazo ectópico.
¿Qué están haciendo mis hormonas durante la ovulación?
¡De todo! Tus hormonas siempre están trabajando duro, aunque se pasan el testigo a lo largo de tu ciclo menstrual, por lo que, dependiendo de la fase, unas se esfuerzan más que otras.
Durante la ovulación, en concreto, los estrógenos y la testosterona alcanzan su punto máximo, aumentando no solo tu fertilidad (o capacidad para quedarte embarazada), sino también tu estado de ánimo que estará por las nubes.
¿Cómo sé cuándo estoy ovulando?
El cuerpo humano es increíblemente inteligente, y aunque sus señales de ovulación pueden ser más sutiles que las de otros mamíferos, ciertamente hay formas de saberlo.
El cuello uterino fértil se eleva. Es decir, la rosquilla blanda que sirve como barrera entre la vagina y el útero se desplaza hacia arriba para permitir más espacio para tener sexo y que ocurra la fertilización.
El cuello uterino también se abre, facilitando que los espermatozoides se desplacen y hagan su trabajo.
Tu moco o flujo cervical también cambia a lo largo de tu ciclo. Generalmente, la ovulación produce una secreción similar a la clara de huevo. Lo más probable es que sea abundante, transparente, elástico y mucoso, hasta el punto de poder estirarlo entre los dedos.
La temperatura de tu cuerpo o temperatura basal desciende levemente antes de ovular para ir aumentando durante la ovulación hasta el momento de la regla (a menos que te quedes embarazada, claro).
¿Puedo seguir mi ovulación?
¡Sí, claro!
Hay muchas aplicaciones o apps de seguimiento del período que puedes usar para calcular cuándo estás ovulando. No obstante, ten claro que tú eres quien mejor conoce tu cuerpo y aunque estas aplicaciones pueden ayudarte a saber cuándo estás ovulando, no pueden saberlo con total certeza.
El uso de un termómetro basal especial puede ayudarte a controlar tu fertilidad midiendo la temperatura de tu cuerpo; así sabrás cuándo puedes quedarte embarazada y evitar o no la concepción.
Intenta llevar un diario de tu período para poder hacer un seguimiento de cómo tu cuello uterino, flujo cervical, estado de ánimo y otros síntomas fluctúan a lo largo del mismo; puede ayudarte a conocer mejor tu cuerpo y a comprender cómo es tu ovulación, así como ayudarte a hacer un calendario de tus días fértiles.
¿Por qué me excito cuando estoy ovulando?
Bueno, como te explicamos en este reportaje, ¡tu cuerpo quiere que tengas un bebé!
A fin de cuentas, eres un mamífero y así es como se reproducen los mamíferos. Tiene sentido que te sientas más excitada en esta fase de tu ciclo menstrual porque es cuando tu pico de fertilidad es más alto y, por lo tanto, tu cuerpo te «anima» a que tenga sexo para quedarte embarazada.
¿Qué más puede pasar cuando estoy ovulando?
Si bien algunas pueden sentirse más animadas y extrovertidas, con ganas de comerse el mundo, hay muchos otros efectos secundarios totalmente normales que pueden venir con la ovulación.
- Dolor en los senos. La progesterona, una hormona que se secreta inmediatamente después de la ovulación, puede provocar dolor en los senos y los pezones.
- Cambios de humor. Una vez más, son las hormonas revolucionando tus emociones.
- Manchas menstruales. Son producidas cuando el óvulo que atraviesa el ovario.
¿Qué puede afectar a la ovulación?
El control de la natalidad con hormonas o píldoras anticonceptivas suprime el ciclo ovulatorio natural del cuerpo.
Cualquier factor que pueda afectar negativamente tu salud como el estrés, la mala alimentación y las toxinas ambientales también puede inhibir la ovulación e incluso anularla.
Cuando no hay ovulación, es decir, cuando no se producen óvulos aunque se esté menstruando, la mujer padece anovulación. Esta ausencia puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos como los prescritos para la epilepsia, los tratamientos contra el cáncer y los esteroides; o una consecuencia de afecciones de salud como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), disfunción de la tiroides, desequilibrios hormonales, trastornos alimenticios como la obesidad o la anorexia y hábitos como fumar.
La menopausia, por supuesto, que supone el fin de la ovulación y antes de ella, la perimenopausia, una fase previa que se caracteriza por desarreglos menstruales y baches amenorreicos (meses sin regla) que se suceden hasta el cese absoluto de la ovulación.
¿Y el sexo?
El sexo durante la ovulación depende totalmente de ti. Por un lado, es posible que te sientas más excitada y lista para la acción, y por otro, es posible que desees extremar las precauciones.
Si estás tratando de concebir, este es el momento, ¡hazlo!
Sin embargo, si no quieres quedarte embarazada, deberás usar métodos anticonceptivos como los condones o disfrutar de otros juegos que no incluyan el sexo penetrativo.
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* Artículo original de Natasha Weiss
Traducido al español por:
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.