Todo lo que necesitas saber sobre el flujo instintivo

Menstruación | | Brenda B. Lennox

En los últimos años ha cobrado fuerza el flujo instintivo, una práctica cuya característica principal es la escucha consciente del cuerpo durante la menstruación, para aprender a conocer y controlar el flujo menstrual y poder eliminarlo directamente en el váter o en un bote, sin tener que recurrir a protectores menstruales (compresas, tampones, bragas menstruales ni copas). ¿En qué consiste exactamente el flujo instintivo? ¿Qué pasos seguir para lograrlo? ¿Cuáles son sus pros y sus contras? ¿Realmente es tan saludable? 

¿Qué es el flujo instintivo?

El flujo instintivo suele definirse como un método que consiste en retener de un modo consciente la regla en nuestro interior para expulsarlo de forma voluntaria; es decir, no utilizar ningún producto de protección menstrual como compresas, tampones, copas y bragas menstruales, sino escuchar a nuestro cuerpo para reconocer las contracciones que advierten de la expulsión del flujo menstrual, retenerlo contrayendo las paredes vaginales y expulsarlo en un váter cuando decidamos hacerlo. 

Sin embargo, las practicantes de este método advierten que es una definición simplista, ya que lo más importante del flujo instintivo es conectar con nuestro cuerpo, aprender a escucharlo, tomar conciencia de lo que ocurre en él durante el periodo y romper el estigma de la menstruación.

¿Qué es el flujo menstrual y cómo se expulsa?

Para entender el flujo instintivo es necesario desmontar una creencia popular muy arraigada en nuestra sociedad: la regla es sangrar de manera continua durante los días que menstruamos. Esto no es cierto; ni la regla es solo sangre ni la expulsamos como «un grifo abierto»

  • Flujo menstrual. El flujo menstrual no es sangre, sino la capa superficial de la mucosa del útero, compuesta por sangre, secreciones vaginales y células endometriales del revestimiento uterino, que se forma durante el ciclo menstrual para albergar a un posible óvulo fecundado y que se expulsa cuando la fecundación no se ha producido. Por eso, su textura es más espesa que la de la sangre (de hecho, es relativamente habitual expulsar coágulos) y no es imparable.
  • Expulsión del flujo menstrual. Durante la menstruación, la pared muscular del útero produce contracciones leves para facilitar la eliminación. Es decir, el flujo menstrual no sale de manera continuada y fluida de nuestra vagina (como si fuera una hemorragia), sino de manera intermitente.

Pasos del flujo instintivo

Las características principales del flujo instintivo son aprender a detectar las contracciones uterinas que expulsan el flujo menstrual, contraer suavemente las paredes vaginales para retenerlo en el interior de la vagina y acudir al baño para expulsarlo en el váter o en un bote en el momento que queramos. ¿Cómo hacerlo?

Conectar con nuestro cuerpo

Vivimos de una manera acelerada, con el «modo automático» activado, sin prestar atención a nuestro cuerpo. No es que no prestemos atención a sus señales durante la menstruación, es que tampoco lo hacemos durante otras fases del ciclo, salvo cuando son tan intensas que nos hacen tomar conciencia (por ejemplo, cuando experimentamos el dolor intermensual o síndrome de Mittelschmerz, endometriosis o dolor durante el periodo.)

La mejor manera de comenzar a conectar con nuestro cuerpo es la meditación y la respiración consciente. Los pasos son los mismos que una meditación básica, solo que focalizándonos en nuestro aparato reproductivo: asegurarse de que nada del exterior interrumpirá la meditación (fuera móviles), sentarse en un lugar tranquilo con ropa cómoda, cerrar los ojos y centrarse en la respiración y en todo lo que se siente al inhalar y exhalar aire. Luego, hay que dirigir la atención a la zona íntima, a la vulva, a las paredes vaginales, a los ovarios, al útero, y tomar conciencia de lo que se siente: ¿Hay contracciones? ¿El flujo está desciendo por las paredes vaginales?, ¿se desliza al exterior a través de tu vagina? 

Es el momento de centrarse en la musculatura del suelo pélvico y contraer las paredes vaginales con suavidad, percibiendo cómo la vagina retiene el flujo menstrual en su interior cuando se contraen las paredes y cómo lo expulsa cuando se relajan. Cuando percibamos que hay una cantidad de considerable de regla en el interior y queramos expulsarla del todo, debemos ir al servicio, sentarnos y relajar las paredes vaginales para vaciarlas.

Contener y expulsar el flujo menstrual

Con el tiempo y la práctica, cada vez será más sencillo tomar conciencia de las contracciones del útero y la consiguiente expulsión de la sangre al interior de la vagina, así como de la sutil contracción del suelo pélvico que hay que hacer para retener el flujo hasta que decidamos ir al servicio.

El siguiente paso es tomar conciencia de todo este proceso cuando estamos en casa haciendo tareas sencillas o durante el ocio (viendo una película, leyendo un libro, etc.). Como será inevitable que haya fugas, hay que cubrir los asientos con fundas o toallas viejas, y llevar ropa interior que no nos importe manchar y pantalones sueltos y viejos; esto también es importante a nivel mental y fisiológico, ya que el cerebro entiende que no se está usando ninguna protección y el cuerpo tiende a contraer las paredes vaginales para retener el flujo menstrual.

Una vez que se haya dominado la técnica, es el momento de aventurarse en la calle. Al principio, lo aconsejable es llevar un protector para que las inevitables fugas no manchen la ropa, practicar el flujo instintivo los días en los que el flujo menstrual es más ligero y hacer cosas que no aumenten su salida (como deporte o ejercicio intenso). Lo ideal es pasear, e ir a un baño público cuando se sienta que el flujo retenido es copioso.

Con el tiempo, y una vez que se haya dominado la técnica, las practicantes del flujo instintivo aseguran que pueden adaptarlo a su rutina, trabajo y cualquier situación a las que tienen que enfrentarse cuando están menstruando, ya que su cuerpo reacciona de manera instintiva (como ocurre con la respiración) y retiene el flujo hasta que deciden expulsarlo.

Ventajas del flujo instintivo

Ahorro

Según la Agencia Catalana de Residuos, una mujer usa de media a lo largo de su vida alrededor de 8000 compresas o 6000 tampones. Aunque no hay una cifra oficial sobre las bragas menstruales, suelen tener una vida útil de unos 2 años (depende del material y su conservación), se necesitan al menos dos bragas al día como mínimo y no pueden secarse al aire (las secadoras deterioran el tejido), por lo que son necesarias unas cuatro o cinco bragas en cada periodo. En cuanto a las copas menstruales, dependiendo de la marca, suelen tener una vida útil de unos 8-10 años y solo se necesita una para todo el periodo menstrual.

Medio ambiente

Uno de los motivos por los que dejamos de usar compresas, tampones, bragas menstruales y copas menstruales de TPI y látex, es la preocupación por el medioambiente, ya que podemos llegar a generar a lo largo de nuestra vida unos 228 kg de basura que acaba en vertederos (su incineración desprende tóxicos a la atmósfera) o en la naturaleza, en la que se mantiene como contaminante durante decenas de años (algunas fuentes señalan entre 300 y 500 años, dependiendo del material utilizado; por ejemplo, el plástico de las compresas y las microfibras de las bragas menstruales, principal contaminante plástico de las cuencas fluviales y los océanos). A esto se añade el coste medioambiental de su fabricación con materiales como papel (deforestación), algodón (pesticidas y fertilizantes químicos) y productos tóxicos como las dioxinas (letal para animales pequeños). 

Salud

Como explico en este artículo sobre la sexualidad ecológica, determinados materiales empleados en el proceso de fabricación de algunas compresas y tampones (como perfumes, lejías, resinas o agentes aglutinantes) pueden resultar tóxicos o perjudiciales para nuestro organismo y causar infecciones, alergias, vaginitis, micro erosiones y enfermedades graves como el cáncer. En cuanto a las bragas menstruales, algunas están fabricadas con tejidos compuestos de materiales sintéticos como poliéster, poliuretano o elastano, sustancias tóxicas que podrían reducir la fertilidad, afectar a la resistencia a las vacunas e incluso provocar cáncer.

Autoconocimiento

Cèlia Cuenca, creadora de la cuenta @freetheregla en la que habla sobre su experiencia como practicante de este método y da consejos para seguirlo, aclara que el sangrado libre es mucho más que no usar ningún producto de recogida de sangre menstrual; para ella es «un gran ejercicio de autoconocimiento, escucha y amor propio», a través del que se gana un «sexto sentido: el sentido menstrual. Empiezas a reconocer cuando estás llena de tu sangre, apreciar la ligereza al acabar de menstruar, ganas nuevas sensaciones en la vagina, aprendes a relajar o poner consciencia en tus músculos de un nuevo modo, sientes la textura de tu sangre de un modo diferente, ves al momento cuando cae muy líquida, o muy espesa, o a cuenta gotas, y empiezas a reconocer el ritmo de tu menstruación, es decir, cuándo tendrás el pico de más abundancia o cuándo tendrás más autonomía fuera de casa».

Desventajas del flujo instintivo

Suelo pélvico

Aunque en principio, la contracción de la musculatura del suelo pelvico necesaria para evitar que salga el flujo menstrual no parezca excesiva, se corre el riesgo de sobretensionarla y provocar hipertonía pélvica, un trastorno provocado por un exceso de tono y tensión muscular del suelo pélvico, que acaba dificultando la micción, la defecación y la penetración (ya sea sexual, ya sea de cualquier producto para la salud íntima, como copas menstruales o ejercitadores del suelo pélvico), porque se siente dolor o dispaurenia.

Lesiones vaginales

Según Laurence Simard-Émond, obstetra y ginecóloga, en principio, el flujo menstrual retenido en la vagina cuando se practica el flujo instintivo no es lo suficientemente abundante ni se estanca lo suficiente como para causar un riesgo para la salud, pero no está recomendado para las mujeres que tienen lesiones vaginales.

Dolor menstrual intenso

Las contracciones que realiza el útero para desprenderse del flujo menstrual provocan ese dolor moderado que sienten muchas mujeres durante la menstruación. Este dolor no impide la práctica del flujo instintivo, pero sí el dolor intenso y limitante de la dismenorrea, que suele incluir calambres abdominales, dolor en el vientre y en la parte baja de la espalda, cefaleas (dolor de cabeza), náuseas, vómitos, fatiga, debilidad, mareos y desmayos. A este dolor se suma el causado por diversos factores como endometriosis, pólipos, infecciones, malformaciones congénitas o tumores, entre otros, que dificultan la práctica del flujo instintivo.

Controlar el flujo menstrual

Como hemos visto, la regla no es solo sangre, sino un fluido más espeso debido a su composición; pero eso no quita que algunos días del periodo sea más abundante y ligera, por lo que controlarla con la práctica del flujo instintivo es mucho más difícil. A esto se suma que la regla puede ser más líquida y abundante por circunstancias como haber cambiado de método anticonceptivo, estar tomando medicamentos que diluyen su textura, desequilibrios hormonales provocados distintas afecciones (como el síndrome de ovario poliquístico, la obesidad, los problemas de tiroides, la resistencia a la insulina…), patologías (endometriosis, fibromas, enfermedad inflamatoria pélvica…) y cáncer de útero, entre otras. 

Además, hay otros momentos en los que controlar el flujo menstrual (sea o no abundante) es imposible (estamos durmiendo, hacemos deporte, realizamos determinados trabajos físicos…) o muy estresante (reunión de trabajo, examen, conducir, ningún baño cerca, etc.). Las practicantes del flujo instintivo aconsejan usar en esas situaciones protectores menstruales de refuerzo, (incluyendo salvaslip si el flujo es ligero), lo que resulta contradictorio con algunas de las ventajas de este método, como cuidar la salud y el medio ambiente. 

Por otro lado, no usarlos y menstruar libremente sobre la ropa presenta desventajas para la salud y el medioambiente: para la salud, porque cuando el flujo menstrual entra en contacto con el aire y los tejidos, puede ser caldo perfecto de cultivo de gérmenes que favorecen las infecciones vaginales y urinarias (de ahí que los protectores menstruales incorporen tecnología antimicrobiana); y para el medio ambiente, por el gasto extra de agua y productos para eliminar las manchas de sangre.

Observar nuestra regla como signo vital

Uno de los grandes inconvenientes del flujo instintivo es que dificulta la observación de nuestro flujo menstrual como signo vital, ya que la única manera de hacerlo es expulsarlo en un bote cada vez que vamos al baño. 

Algunos especialistas, como la doctora Paula Hillard, profesora de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Cincinnati (EEUU) o el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de EEUU, defienden la necesidad de reconocer el ciclo menstrual como signo vital, es decir, como signo indicativo de la salud. El flujo menstrual, en concreto, puede experimentar cambios en su color, textura y olor que revelen problemas de salud. 

Por ejemplo, la regla abundante, de consistencia líquida y de color rojo intenso (símbolo de nuestra campaña Seen+Heard), característica del segundo o tercer día de menstruación, refleja que todo marcha bien, salvo que dure más de 8 días porque puede ser síntoma de pólipos en el endometrio; y el cambio del olor menstrual normal (que suele ser metálico, dulzón y ácido) a uno intenso, penetrante y desagradable, suele indicar que hay una infección vaginal.

La mejor manera de observar el volumen, textura y olor de nuestra regla es con una copa menstrual de silicona médica: retiene el flujo menstrual en cuanto sale del útero, su medida permite calcular el volumen expulsado y el material no altera su composición (a diferencia de los componentes de compresas, tampones y bragas menstruales, como perfumes, resinas, agentes aglutinantes, celulosa, algodón, tejidos sintéticos, etc.). En cuanto al flujo instintivo, para poder observar el color, textura y volumen de la regla sería necesario expulsarla en un bote (preferentemente de cristal), cada vez que fuéramos al baño; algo que no es, precisamente,cómodo ni práctico.

Ventajas de las copas menstruales 

Por lo tanto, algunas de las supuestas ventajas del flujo instintivo no lo son realmente (o, por lo menos, no del todo), si las comparamos con las de las copas menstruales de silicona de grado médico. De hecho, estudios como este publicado en la revista Lancet Public Health, resultado de la revisión de los datos de 43 investigaciones previas (más una encuesta realizada a 3.319 mujeres), concluyen que la copa menstrual es un método de protección frente al flujo menstrual más eficaz, higiénico, saludable, eco friendly y rentable que las compresas y los tampones y las bragas menstruales.

Las copas menstruales de silicona de grado médico tienen una duración vital de unos diez años, pueden utilizarse durante ocho horas seguidas (incluso con reglas copiosas) y el gasto energético es mínimo, ya que tras vaciar el fluido menstrual, se lavan con una cantidad razonable de agua (incluso poca, si se usa un espray limpiador o un esterilizador de copas menstruales), y pueden volver a usarse. Además, la silicona médica no perjudica al medio ambiente porque es un material inerte, es decir, no desprende toxinas ni ninguna otra sustancia (incluyendo microplásticos) durante su uso y lavado; y cuando acaba su vida útil, si se incinera no genera humo tóxico, y si por algún motivo termina en la naturaleza, se descompondrá lentamente sin afectar al medio ambiente.

Por otro lado, la silicona de grado médico es un material no poroso que previene el crecimiento de bacterias y hongos, hipoalergénico (es decir, no provoca alergias), biocompatible (compatible con los tejidos corporales) e inocuo para el organismo, porque no desprende partículas tóxicas ni provoca que el cuerpo la rechace (por eso se utiliza incluso en dispositivos cardiacos como catéteres y marcapasos). 

Conocer nuestro cuerpo y romper tabúes sobre la regla

A pesar de las desventajas del flujo instintivo como único método para gestionar la menstruación, hacer una escucha activa de lo que sentimos durante la regla es una herramienta indiscutible para conocer nuestro cuerpo, romper el tabú de la menstruación y acabar con nuestros propios prejuicios sobre el flujo menstrual. 

Durante siglos, la regla ha sido considerada como algo sucio, impuro, vergonzoso; un estigma que nos marca a las mujeres hasta el punto de considerarnos indignas para realizar actividades tan básicas como cocinar cuando menstruamos (como explico en este artículo sobre los mitos de la menstruación en torno a los alimentos y la cocina) y que genera desigualdades frente a los hombres en multitud de países en los que millones de mujeres se enfrentan a la exclusión, a la discriminación y a la negación de derechos fundamentales.

En palabras del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA): « La menstruación está intrínsecamente relacionada con la dignidad humana, cuando las personas no pueden acceder a instalaciones de baño seguras y medios seguros y eficaces de manejo de la higiene menstrual, no pueden manejar su menstruación con dignidad. Las burlas relacionadas con la menstruación, la exclusión y la vergüenza también socavan el principio de la dignidad humana.» 

Según este organismo, para vivir una menstruación digna y saludable, no solo es imprescindible asegurar el fin de la pobreza menstrual (es decir, el acceso a productos menstruales limpios, eficaces, adecuados y saludables y a un entorno seguro y privado en el que poder cambiarse los productos menstruales usados y deshacerse de ellos), sino también el acceso a la higiene básica y «a la educación libre de tabúes y estigmas sobre todo lo relacionado con el ciclo menstrual y la menstruación, que incluya los cuidados de la salud y el modo de vivir la regla sin incomodidad ni vergüenza.»

Tomar plena conciencia de nuestro cuerpo, de la regla, del ciclo menstrual y todos sus cambios, no solo nos ayuda a detectar irregularidades que pueden ser síntomas de que algo marcha mal, también es un paso necesario para deshacernos de los sentimientos negativos hacia un proceso biológico que nos acompaña durante gran parte de nuestra vida, para reconciliarnos con una parte indisoluble de lo que somos y para vivir la regla sin incomodidad ni vergüenza. 

Fuentes:

Taous Merakchi. Le flux instinctif libre, qu’est-ce que c’est? Passion Menstrues

Sophie Ouimet. Flux Instinctif: Quand l’intuition remplace les tampons. La Presse+

Cèlia Cuenca. @freetheregla.

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