Encuesta de INTIMINA sobre el suelo pélvico
Desde el inicio de la pandemia, el bienestar personal y el cuidado de nuestra salud física y mental han sido dos de los temas más discutidos; son importantes, sin duda, pero también otros que afectan a la salud con independencia de la COVID y que siguen siendo un tabú porque están relacionados con la intimidad de las mujeres, como la hipotonía y la hipertonía del suelo pélvico.
¿Sabías que el 58% de las mujeres sufre incontinencia de esfuerzo y que la mayoría, sin embargo, jamás ejercita los músculos pélvicos? ¿Por qué descuidamos esta parte tan esencial de nuestro cuerpo? ¿Por qué sigue siendo tabú hablar de ello? ¡Tenemos que romper ese silencio!
Por eso, en plena temporada navideña, INTIMINA realizó una encuesta en 8 países sobre los músculos que conforman el suelo pélvico. El objetivo de la misma, que contó con la participación de 8.000 mujeres de 25 a 55 años, pertenecientes al Reino Unido, Francia, España, Alemania, los Países Bajos, Suecia, Italia y Croacia, era averiguar cuántas experimentan problemas de salud debido al debilitamiento de los músculos pélvicos y qué nacionalidades cuidan más su suelo pélvico.
Los resultados de la encuesta de INTIMINA muestran un hecho desalentador: la mayoría de las mujeres experimentaron problemas en el suelo pélvico al menos una vez, pero no hicieron nada al respecto. Cuando se les preguntó si tenían pérdidas de orina al toser, estornudar, reír, agacharse o levantar algo pesado, más de la mitad de las encuestadas dijeron que sí, siendo significativas las estadísticas del Reino Unido (70%), Francia (59%) y España y Países Bajos (57%).
La importancia del suelo pélvico
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y tejidos conjuntivos que actúan como sostén de la vejiga, el útero, la vagina y el recto. Cuando esta estructura está correctamente tonificada, sostiene los órganos internos, previniendo su prolapso y la incontinencia urinaria y fecal. Sin embargo, un suelo pélvico debilitado (hipotonía) provoca disfunciones que, por desgracia, muchas mujeres creen que son normales o vergonzosas, y por eso ni hablan de ellas ni acuden a un especialista para recibir un tratamiento. NO debería ser así: disfunciones como la incontinencia urinaria de esfuerzo, es decir, las pérdidas de orina que se producen al toser, reír, estornudar o hacer esfuerzos físicos NO son normales, NO deben avergonzarnos y deben ser tratadas.
Uno de los factores que producen el debilitamiento del suelo pélvico es el embarazo, por lo que no es sorprendente que la mayoría de las encuestadas del estudio de INTIMINA que habían sido mamás respondieran que habían sufrido el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico o incontinencia de urgencia al menos una vez, correspondiendo los porcentajes más altos al Reino Unido (60%), Suecia (56%) y España (55%), y los más bajos a Alemania (40%) e Italia (39%) y Alemania.
La debilidad del suelo pélvico también afecta a la excitación y la lubricación vaginales, la erección del clítoris y la intensidad de los orgasmos, pudiendo también provocar que las
relaciones sexuales sean dolorosas. En relación con este último problema, el 36% de las mujeres encuestadas afirmaron haber experimentado relaciones sexuales incómodas o dolorosas debido a un suelo pélvico débil, correspondiendo los porcentajes más altos a España (47%) e Italia (37%), seguidos de Croacia, Alemania, Francia y el Reino Unido (todos 36%).
Ejercitar el suelo pélvico
A pesar de estos resultados desalentadores, un alto porcentaje de las mujeres encuestadas que confesaron sufrir disfunciones provocadas por la debilidad del suelo pélvico también reconocieron que no lo tonifican con ejercicios Kegel: Italia 52%, Francia 49%, Alemania 47%, Holanda 45%, España 40%, Croacia 38%, Reino Unido 32% y Suecia 30%.
En cuanto a las que sí hacen ejercicios Kegel, la mayoría los realizan de uno a tres días a la semana, como se muestra en los resultados de España (27%), Reino Unido (24%) y Suecia (22%). Y, sin duda, los ejercicios Kegel les reportaron beneficios: España (67%), Francia (59%), Italia (57%), Reino Unido (50%), Alemania y Croacia (ambos 49%), Países Bajos. (47%) y Suecia (45%).
Un regalo incómodo, pero necesario
INTIMINA preguntó a las encuestadas si comprarían un ejercitador del suelo pélvico como pesas vaginales o entrenadores vaginales como regalo para un amigo o familiar. Casi el 70% de las españolas encuestadas dijo que sí, seguidas de las italianas (52%) y croatas (45%). Sin embargo, más de la mitad de las mujeres de otros países entrevistadas respondieron que no.
En cuanto a recibir ejercitadores del suelo pélvico como bolas (pesas) vaginales o dispositivos vaginales como regalo navideño de sus seres queridos, los resultados fueron similares: el 66% de las españolas y el 53% de italianas y croatas respondieron que estarían encantadas de recibir un regalo de este tipo, mientras que en el resto de los países, más de la mitad de los encuestadas confesó que no.
Como estos datos podían indicar que las mujeres todavía no se sienten lo suficientemente cómodas para discutir abiertamente sus problemas de salud íntimos, INTIMINA preguntó a las encuestadas si alguna vez habían hablado sobre sus problemas del suelo pélvico con amigos y familiares. No fue una sorpresa que un alto porcentaje respondiera que no (46%).
Esta encuesta ha mostrado que algunas mujeres todavía necesitan ser educadas sobre las disfunciones del suelo pélvico y la necesidad de alentarlas para que las eviten ejercitándolo correctamente, no las sufran en silencio y busquen tratamiento. Estos hallazgos podrían iniciar debates abiertos sobre los problemas de salud íntima de las mujeres en el ámbito público y ayudar a crear conciencia sobre la salud del suelo pélvico, al igual que se está haciendo sobre la menstruación.
Para muchas mujeres, esta temporada navideña será un momento perfecto para cuidar, mimar y regalar. Ojalá también lo sea para entender que el mejor regalo para sí mismas y las mujeres a las que aprecian es el cuidado de su salud más íntima.
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.