Gaslighting o hacer luz de gas: manipulación psicológica
Gaslighting o hacer luz de gas es un tipo de abuso psicológico y emocional en el que el abusador, maltratador o gaslighter manipula la realidad para que la víctima dude de su propia percepción, juicio o memoria o, en palabras del DRAE « Intentar que (alguien) dude de su razón o juicio mediante una prolongada labor de descrédito de sus percepciones y recuerdos».
El término proviene de la obra de teatro Gaslight (1938), de Patrick Hamilton (y de las dos películas que la adaptaron al séptimo arte), cuyo argumento se centra en un matrimonio en el que el marido intenta convencer a su esposa de que los ruidos en la casa y cambios en la luz de lámpara de gas (gaslight) causados por él son inventos de su mujer, que llega a pensar que tiene lagunas de memoria y que está perdiendo la cabeza.
Aunque este tipo de maltrato y manipulación emocional se utiliza coloquialmente desde la década de los 70, ha cobrado protagonismo estos últimos años porque es una de las herramientas utilizadas en la violencia de género, aunque no es exclusivo de los hombres, sino de cualquier maltratador o maltratadora emocional, ya sea pareja, familiar, amigo, jefe, compañero de trabajo, etc.
Fases del gaslighting
Al igual que otros abusos psicológicos o tipos de maltrato emocional, el gaslighting suele ser sutil y progresivo. Cristina Agud, psicóloga sanitaria y psicoterapeuta, explica que este tipo de manipulación se desarrolla en las siguientes fases que debilitan, poco a poco, a la víctima:
- Desconfianza: la víctima todavía confía en su propia percepción y recuerdos, aunque comienza a dudar y buscar la aprobación del abusador.
- Defensa: la víctima comienza a defenderse del abusador y a enfrentarse a él, intentando explicarle que su percepción y recuerdos no son erróneos, que no está equivocada, en conversaciones que pronto se convierten en discusiones eternas que no llevan a ningún lado y la debilitan, aumentando las dudas sobre sí misma y la necesidad de buscar la aprobación del abusador.
- Depresión: la víctima tiene su autoestima muy afectada, comienza a dudar de todo, de la realidad e incluso de sí misma, y a creer que el maltratador tiene razón, por lo que no se atreverá a contradecirle, sino a buscar su aprobación constantemente, creciendo su aislamiento frente al mundo y los otros.
¿Cómo suele actuar un gaslighter?
- Contraataque o desvío: Cuestiona constantemente tus recuerdos, haciendo que dudes de tu memoria o percepción. ¿Estás segura de que lo viste? ¿Realmente pasó? Últimamente tienes mala memoria. Estás loca.
- Negación: Niega tus recuerdos. No pasó. Estás tergiversando las cosas. Te lo estás inventando.
- Trivialización: Ignora tus sentimientos o los menosprecia. Eres muy sensible. Lo has malinterpretado. Estás reaccionado como una histérica. Era un chiste sin importancia, no tienes sentido del humor.
- Victimización. Se hace la víctima y te culpabiliza. Cómo puedes pensar eso de mí, me estás haciendo daño.
Características del gaslighter
Los abusadores que hacen luz de gas suelen tener algunos o la mayoría de los rasgos de personalidad de la triada oscura (psicopatía, narcisismo y maquiavelismo): son egoistas, egocéntricos, insensibles a los deseos y sentimientos de los demás, manipuladores y carentes de empatía y remordimientos; no dudan en hacer lo posible para conseguir lo que quieren, por lo que manipulan, seducen y utilizan a las personas a su antojo.
Aunque estos rasgos son desagradables y cualquier persona los rechazaría, puede pasar mucho tiempo hasta que los descubres, ya que, como manipuladores natos, se muestran encantadores, seductores y serviciales al principio. Por eso, cuando comienzan a tratarte mal, te cuesta tanto reconocer que es un abuso. ¿Cómo va a ser un maltratador, si era perfecto? Seguro que la culpa la tienes tú, ¿verdad?
Por lo general, los abusadores suelen escoger a personas sumisas, con baja autoestima o empáticas para poder manejarlas, pero también pueden elegir a otras con un carácter más fuerte, manipulándolas y minando su autoestima, poco a poco, hasta poder controlarlas.
¿Por qué hacen gaslighting?
Aunque cada persona es un mundo, por lo general, un abusador emocional hace luz de gas por los siguientes motivos:
- Controlar. El abusador o gaslighter quiere controlarte, manipularte, aislarte de los demás y tener poder sobre ti. Por eso, te hace dudar de tu propia percepción, memoria, juicio, sentimientos y emociones, hasta que tu identidad, autoestima y cordura están por los suelos y acabas haciendo lo que quiere.
- Elevar su autoestima. El abusador o gaslighter (sobre todo, si es narcisista) es inseguro y tiene baja autoestima, inseguridad o complejos, por lo que intenta aplastar a aquellos a los que consideran superiores para que no vean que, en el fondo, su imagen de triunfador es una fachada y sigan admirándoles.
- Proyectar. El abusador o gaslighter proyecta en ti sus frustraciones, inseguridades, defectos propios y características de sí mismo que aborrece (identificación proyectiva), para poder echarte la culpa de lo que ocurre y sentirse bien consigo mismo. No es él, eres tú, «tú tienes la culpa, tú tergiversas las cosas, tú le haces daño».
- Eludir su responsabilidad. El abusador o gaslighter no quiere asumir la responsabilidad por sus actos, por eso niega que han ocurrido o los distorsiona, restándole importancia o acusándote de exagerarlos. Por ejemplo: te cuentan que chatea con una chica y tontea con ella; te dice que es mentira y cuando le «muestras las pruebas», asegura que solo son amigos, que esas insinuaciones sexuales son tonterías o bromas, que eres una exagerada.
Consecuencias psicológicas del gaslighting
Robin Stern, psicóloga experta en gaslighting, inteligencia emocional y mujeres en liderazgo, explica en su libro The Gaslight Effect las señales de estar sufriendo luz de gas:
- Te cuestionas constantemente (tus ideas, recuerdos, decisiones, acciones). Te preguntas si eres demasiado sensible, si has reaccionado de una manera desproporcionada, si lo estás haciendo bien.
- Te disculpas con los demás (en especial, con el abusador) por tus acciones, sentimientos o pensamientos.
- Te culpabilizas por lo que haces o lo que eres; te criticas o machacas.
- Te sientes confundida, desorientada, incapaz. Te cuesta tomar decisiones porque piensas que todo lo haces mal. Dudas de ti misma y de tu cordura, y te planteas si no tendrás algún problema mental.
- Tienes miedo de expresar lo que sientes o piensas, por lo que tiendes a callarte.
- Victimizas al abusador porque le estás causando problemas o haciéndole daño.
- Justificas al abusador frente a ti misma y frente a los demás. Si estos le cuestionan o intentan que veas que te está tratando mal, acabas mintiendo, omitiendo información o dando excusas sobre su comportamiento contigo.
- En el fondo, no te sientes cómoda con el acusador, sino nerviosa, ansiosa, menospreciada, juzgada, incapaz de estar a la altura de lo que te exige.
- Tu inseguridad y baja autoestima han llegado a tal punto que temes relacionarte con otras personas, por lo que te sientes aislada, sola, infeliz y deprimida.
Cómo protegerte del gaslighting
- Identifica el abuso. ¿Es un simple desacuerdo o malentendido? ¿Te pasa solo con esa persona? ¿Quiere salirse siempre con la suya? ¿Menosprecia tus sentimientos? ¿Tiene otros comportamientos abusivos contigo?
- Confía en tu intuición y recuerdos. La memoria es muy subjetiva a veces. Tendemos a recordar a nuestra manera y olvidar ciertos matices y detalles, pero no es lo mismo un malentendido o posturas diferentes ante un desencuentro; si solo te pasa con esa persona, si incluso con «pruebas en la mano» sigue negando la realidad, claramente es un gaslighter.
- Respeta tus sentimientos y emociones. Tienes derecho a sentirte mal cuando esa persona te hace algo que te lastima. No eres una «histérica» ni una exagerada. Nadie tiene derecho a decirte cómo debes sentirte.
- Mantén firmes tus límites. En todas las relaciones es necesario ceder para llegar a un acuerdo, pero hay principios y valores que son inquebrantables. Analiza cuales son los tuyos y defiéndelos.
- No te aisles. Habla con tus amigos y familiares y cuéntales lo que te está pasando; es muy positivo, porque así tendrás otros puntos de vista y, además, te darán su apoyo emocional.
- Busca ayuda profesional. Un especialista puede reconocer si estás sufriendo luz de gas y proporcionarte las herramientas necesarias para manejar la situación y devolverte la autoestima.
- Aléjate del abusador. Rompe el círculo y aléjate de esa persona tóxica y manipuladora; no va a cambiar, puede que ceda si advierte que quieres irte, pero volverá a maltratarte psicológicamente en cuanto bajes la guardia. Si no es posible sacarlo de tu vida, no busques su aprobación, no te enredes en discusiones interminables, no le permitas que mine tu autoestima ni tu salud mental. Protégete de su abuso.
Fuentes:
Natalia Gurdian. (2017, enero 24). Gaslighting: el abuso emocional más sutil. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/social/gaslighting
Cristina Agud.(2021, abril 10). Señales de abuso emocional o gaslighting. Salud Mapfre. https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/senales-abuso-emocional-gaslighting/
Robin Stern Ph.D. (2022, julio 21). Qué es y qué no es el gaslighting. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/es/blog/que-es-y-que-no-es-el-gaslighting.
Psicoavanza. Gaslighting: Reconociendo y Afrontando la Manipulación Emocional. Maribel Ramos Piscóloga. https://maribelramospsicologa.com/gaslighting/.
Natalia Castejón. (2022, noviembre 11). Gaslighting, sutil manipulación emocional. Webconsultas. https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/familia-y-pareja/consecuencias-del-gaslighting-como-prevenir-sus-efectos.
Encarni Muñoz. (2021, noviembre 12). Gaslighting: 7 Señales de que están abusando de ti sutilmente. Mundo Psicólogos. https://www.mundopsicologos.com/articulos/gaslighting-una-forma-de-manipulacion-y-abuso.
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.