El corte de digestión o hidrocución
Es muy probable que cuando eras pequeña, tu familia no te dejaba bañarte en verano después de comer hasta que pasaran unas horas, porque podía darte «un corte de digestión».
Este consejo, que ha pasado de padres a hijos durante generaciones, ha suscitado una gran polémica estos ultimos años debido a que no hay suficientes estudios científicos que lo avalen.
Si bien algunos consideran que el corte de digestión no es más que una leyenda urbana, otros siguen defendiendo su existencia, aunque con matices, incluyéndolo en la hidrocución, algo que también genera polémica, ya que este síndrome puede darse aunque no hayamos comido antes de meternos en el agua.
Para aportar algo de luz, en este artículo veremos qué es la hidrocución, sus síntomas y causas, su posible relación con la digestión y consejos para evitarla, manteniendo también el término «corte de digestión» para que resulte más comprensible, ya que es como se la conoce popularmente.
Concepto y causas de la hidrocución o «corte de digestión»
Según el profesor G. Lartigue, la hidrocución es «el accidente brutal debido a la acción del agua sobre el cuerpo humano y caracterizado por un estado sincopal que hace hundir bruscamente al nadador, sin que este pueda luchar para evitar el hundimiento, y si se encuentra en inmersión le impide el retorno a la superficie».
Ese cambio brusco de temperatura o choque termodiferencial provoca un desequilibrio circulatorio con síntomas como mareos, náuseas, pérdida de conocimiento y, en los casos más graves, taquicardias y parada cardiorrespiratoria.
Al sumergirnos en el agua, se producen una serie de reflejos involuntarios para adaptar nuestro organismo al medio acuatico, reducir nuestro gasto energético al mínimo y mantenernos vivos el mayor tiempo posible, que reciben el nombre de reflejo de inmersión.
Cuando la cabeza queda sumergida, disminuye la frecuencia cardiaca, se contraen los vasos sanguíneos más superficiales (sobre todo, de la piel) y se reduce el flujo sanguíneo a todos los órganos, menos al cerebro, para que este tenga una aportación extra de sangre.
El problema radica en que si nos zambullimos bruscamente en un agua fría, nuestro cuerpo tiene que adaptarse rápidamente para mantener nuestra temperatura corporal a 37 °C y para poder permanecer bajo el agua sin respirar, y puede producirse un choque tan intenso que cause una arritmia grave o una parada cardiorespiratoria fulminante.
Por otro lado, durante el proceso de digestión, el estómago necesita una gran cantidad de oxígeno que obtiene del riego sanguíneo. Esto provoca que otras partes del cuerpo, como el cerebro, reciban una menor cantidad de sangre (de ahí que cuando hemos comido mucho, nos entre somnolencia y nos apetezca la famosa siesta).
Además, cuando estamos haciendo la digestión, la temperatura del cuerpo aumenta, porque el aparato digestivo libera más calor para absorber los alimentos consumidos.
Por eso, cuando nos bañamos en agua fría después de haber comido mucho, es más probable que se produzca el choque entre la temperatura de esta y la de nuestro cuerpo, lo que sumado al estado letárgico del cerebro causado por el síndrome de inmersión y la propia digestión, provoque síntomas como mareo, náuseas, vómitos y hasta pérdida de conocimiento (con el riesgo añadido de ahogamiento).
No obstante, todavía hay una gran controversia sobre este punto, ya que no hay suficientes estudios científicos que lo demuestren; de hecho, síntomas como estómago hinchado, dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos pueden darse se haya comido antes de sumergirse en el agua o no.
Es decir, el síndrome de hidrocución puede ocurrir incluso si no hemos comido, por ese choque brutal entre la temperatura exterior e interior, pero muchos autores consideran que una digestión pesada es otro de los factores de riesgo.
¿Qué factores aumentan el riesgo de hidrocución o corte de digestión?
Agua fría
Según el estudio «Autonomic conflict’: a different way to die during cold water immersion?», publicado en 2012 en The Journal of Physiology, cuando la temperatura del agua es inferior a 18 °C puede activar la «respuesta de choque frío» y el reflejo de inmersión o respuesta de buceo (si también metemos la cabeza); la primera causa taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca) y el segundo, bradicardia (disminución de la frecuencia cardiaca), un choque muy peligroso para el cuerpo, ya que puede colapsar.
Cuerpo caliente
El mismo estudio también señala que cuanto mayor sea la diferencia entre la temperatura corporal y la temperatura del agua, mayor será el reflejo de inmersión y el choque frío. Por eso, no debes sumergirte tras haber hecho deporte intenso, tomado el sol durante mucho tiempo (o poco, pero en horas muy calurosas) ni tras haber comido mucho.
Golpe de calor
El golpe de calor o hipotermia es un trastorno causado por un aumento de la temperatura corporal (más de 40°C) por exceso de calor ambiental, determinadas condiciones de humedad o un esfuerzo físico intenso.
Sus síntomas son piel caliente y seca o sudoración excesiva, pulso acelerado, respiración rápida, dolor de cabeza, cambios en el estado mental o comportamiento (mareo, confusión, agitación y balbuceo), desmayos e incluso convulsiones que, de no tratarse a tiempo, pueden derivar en consecuencias más graves como una parada cardiorespiratoria y un fallo multiorgánico.
Si estamos sufriendo los primeros síntomas de un golpe de calor y nos metemos en el agua para refrescarnos, el choque entre la temperatura de esta y la de nuestro cuerpo puede ser mortal.
Inmersión brusca
Tirarse al agua de cabeza, desde cierta altura o caer sobre el vientre, puede provocar una pérdida brusca del conocimiento y parada cardiorrespiratoria por inhibición nerviosa refleja.
Comida
Como hemos visto antes, cuando estamos haciendo la digestión, la temperatura del cuerpo aumenta y hay más riego sanguíneo al aparato digestivo en detrimento del resto del organismo. Evidentemente, cuanto más abundante sea la comida, mayor será la temperatura, el esfuerzo del aparato digestivo y la necesidad de riego sanguíneo en este.
Alcohol
En contra de lo que pensamos, una cervecita helada no hidrata, sino todo lo contrario. El alcohol es diurético y deshidrata el cuerpo, favoreciendo los golpes de calor y la hidrocución cuando nos metemos en el agua.
Medicación
Algunos psicofármacos (ansiolíticos, antidepresivos, antipsicóticos, tranquilizantes…) aumentan el riesgo porque pueden causar somnolencia, disminución de los reflejos y el estado de alerta, y relajación muscular.
Edad
Hay muchos casos de hidrocución o «corte de digestión» en los niños, debido a que el reflejo de inmersión les afecta especialmente; de hecho, hay estadísticas que reflejan un alto número de casos de muerte súbita en niños causados por el reflejo de inmersión extremo, que les provocó alteraciones en su ritmo cardíaco o, directamente, una parada cardiorespiratoria.
Estado de salud
Las embarazadas, las personas mayores y las que tienen o han tenido enfermedades de corazón y tensión baja son más propensas a sufrir un choque repentino.
¿Cuáles son los síntomas de la hidrocución o «corte de digestión»?
- Dolor de cabeza.
- Sensación de vértigo o mareo.
- Zumbido en los oídos.
- Obnubilación (es decir, sentirse aturdida, desorientada, confusa).
- Palidez repentina.
- Dificultad para ver, enfocar la mirada o visión borrosa.
- Cansancio intenso y repentino.
- Dolor de cabeza.
- Sensación de hormigueo, picor o calor, en especial, en el vientre y cara interna de piernas y brazos.
- Calambres musculares.
- Dolor en las articulaciones.
- Temblores internos.
- Piel de gallina.
- Estómago hinchado, dolor abdominal, náuseas y vómitos.
Si experimentas alguna de estas señales de alarma, sal inmediatamente y pide ayuda a un socorrista (o llama al 112); si sigues dentro del agua puedes perder la conciencia y ahogarte.
Si estás con alguien y sufre estos síntomas (especialmente si es un niño o una persona mayor), no dudes ni un instante en sacarlo del agua y pedir ayuda profesional, puede sufrir una parada cardiorrespiratoria.
MUY IMPORTANTE: Recuerda que si el choque es muy intenso y repentino (por ejemplo, arrojarte a un agua muy fría justo después de hacer ejercicio físico, haber tomado el sol en horas de mucho calor o haber comido mucho), puede provocar una arritmia grave o una parada cardíaca súbita.
Cómo prevenir la hidrocución o corte de digestión
La clave está en no someternos a ese cambio brusco de temperatura y no sumergir la cabeza hasta que el cuerpo se haya acostumbrado:
- Aunque hay una gran discusión sobre cuánto tiempo hay que esperar para meternos en el agua fría después de comer, por lo general, se recomienda una hora y media si la comida ha sido ligera y tres horas si ha sido copiosa.
- Si has hecho ejercicio físico intenso o has estado al sol mucho rato, espera hasta que la temperatura de tu cuerpo haya bajado y luego, no te sumerjas de sopetón (menos aún tirándote de cabeza) en el agua (sobre todo si está fría). Entra poco a poco, mojándote la nuca, la coronilla, la cara interna de los brazos y la tripa con las manos. Si después de unos minutos no sientes ningún síntoma, puedes sumergirte del todo.
- Si tienes síntomas de estar sufriendo un golpe de calor, no entres en el agua. Avisa a quien te acompañe y al 112 y, mientras esperas, ponte a la sombra, aflójate la ropa (o quítatela), moja tu nuca, frente y articulaciones (parte interna de los codos y rodillas) con agua o un paño húmedo, pon los pies en alto para favorecer la circulación y bebe agua poco a poco (no muy fría, ya que puede causarte un cambio brusco de temperatura).
- No bebas alcohol: nos deshidrata, aumenta la temperatura de nuestro cuerpo y la circulación sanguínea, nos impulsa a cometer imprudencias y nos dificulta ser conscientes de cómo nos encontramos.
- Como a veces dudamos sobre si lo que han comido los niños es mucho o poco, el Ministerio de Sanidad recomienda un buen desayuno, varios tentempiés pequeños a lo largo de la mañana (fruta, verdura cruda, batidos, yogures, zumos) y un almuerzo ligero (bocadillo pequeño, sándwich, ensalada), evitando las comidas pesadas (fritos, grasas y alimentos muy calóricos).
Espero haber aclarado tus dudas sobre «el corte de digestión» y aportado claridad al síndrome de hidrocución. Como has podido ver, aunque no hay un consenso entre los especialistas, la mayoría coincide en tres cosas: la hidrocución es un síndrome que aparece por un cambio brusco de temperatura en el cuerpo, cuando entra en contacto con agua muy fría; que cuanto mayor sea esa diferencia de temperatura, mayor será el choque y, por lo tanto, mayor el riesgo de sufrir una pérdida de conocimiento, taquicardias y una parada cardiorrespiratoria; y que una comida pesada parece ser un factor de riesgo.
En cuanto al tiempo que se debe esperar para meterse en el agua después de haber comido, yo soy partidaria de seguir los consejos mayoritarios, pero cada cuerpo es un mundo y debes ser tú la que analice si la comida ha sido muy calórica, si te sientes pesada y si el agua está muy fría.
Para curarte en salud, sigue los consejos del Ministerio de Sanidad sobre hacer comidas frugales cuando vayas a la playa (piscina, río, etc) y los que hemos visto para evitar la hidrocución en sí. Mejor prevenir que curar.
Fuentes:
Esther Samper. El corte de digestión: A fondo. El País.
- Sánchez. ¿Qué es la hidrocución?
Emmanuelle Jung. Hydrocution : quels sont les signes qui doivent vous alarmer?
Carlos Artero. Hidrocución. Proyecto AprendEmergencias.
Shattock MJ, Tipton MJ. ‘Autonomic conflict’: a different way to die during cold water immersion? J Physiol. 2012 Jul 15;590(14):3219-30. doi: 10.1113/jphysiol.2012.229864. Epub 2012 Apr 30. PMID: 22547634; PMCID: PMC3459038.
El aparato digestivo y su funcionamiento. Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés).
MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Deshidratación. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/dehydration.html
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.
