Los trastornos urogenitales femeninos más comunes en invierno y cómo evitarlos
Es un secreto a voces: la libido de muchas mujeres se dispara en determinados momentos de su ciclo. Como os expliqué en este artículo, diversos estudios científicos señalan que el deseo sexual comienza a manifestarse el primer día de la menstruación y se va incrementando hasta alcanzar su punto álgido aproximadamente a los 14 o 15 días, justo antes de la ovulación. Eso no quita que algunas mujeres estén más libidinosas durante la menstruación, ya sea porque el placer es más intenso debido a que nuestro cuerpo está más sensible y más lubricado, ya sea por el placer transgresor de romper un tabú social, ya sea por todo ello.
Pero follar durante la menstruación presenta inconvenientes: hay mujeres que padecen dolor, la regla le resulta desagradable a algunas personas y el cuello del útero o cérvix suele desplazarse hacia abajo. Todos ellos pueden solventarse: cuando sentimos placer sexual, el cuerpo segrega neurotransmisores que actúan como un analgésico aliviando el dolor y las molestias, al mismo tiempo que aumentan la felicidad y la relajación; si el fluido menstrual incomoda, existe Ziggy Cup, una copa que permite disfrutar del sexo con penetración durante la regla porque es fina como un pétalo y cuenta con un doble borde a prueba de fugas; y, finalmente, algunas posturas sexuales evitan el riesgo de lastimar el cuello del útero. En este artículo te explico cuáles son.
Posturas sexuales peligrosas durante la menstruación
Las siguientes posturas son las más profundas del Kamasutra. Con ellas se corre el riesgo de golpear y lastimar el cuello del útero con el pene, incluso aunque no sea largo y la mujer no esté menstruando; por lo que son aun más peligrosas en este caso, ya que, como te he explicado, durante la menstruación, el cuello uterino suele estar más bajo.
Postura Indra
La mujer se tumba bocarriba, flexiona las piernas (que deberán estar cerradas) y apoya los pies, tobillo con tobillo, en el pecho del hombre que se encuentra arrodillado frente a ella, con las piernas abiertas y el tronco erguido. Tras penetrarla, se inclinará hacia delante comprimiendo los muslos de la mujer contra sus senos, marcando el ritmo de la penetración, que será más profunda cuanto mayor sea la inclinación de su cuerpo.
Unión de la Ostra
Variante de la anterior, en la Unión de la Ostra, la mujer se tumba bocarriba con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas y apoya los pies en las caderas del hombre que se encuentra arrodillado frente a ella, con las piernas abiertas y el tronco erguido. Tras penetrarla, imprimirá el ritmo aferrándose a los muslos de ella, siendo más profunda la penetración cuanto más cerca estén las rodillas de la mujer de sus pechos.
Postura del Yunque
Variante también de las anteriores, las diferencias principales son que, en la del Yunque, la mujer colocará los pies en los hombros del hombre y este imprimirá el movimiento de penetración agarrándose al culo o a las caderas de ella.
Postura de la mariposa
La mujer se acuesta bocarriba sobre una superficie resistente (como una mesa) que se encuentre a unos treinta centímetros por debajo de la pelvis del hombre, con el culo en el borde. Él se colocará de pie frente a ella y la sostendrá por debajo del culo para ayudarla a elevar la pelvis y apoyar sus corvas en los hombros de él, de manera que sus omoplatos queden apoyados en la superficie de la mesa y el resto de su espalda forme una línea recta. Después, el hombre la penetrará de frente, sujetándola por el culo o la cadera para imprimir el ritmo y mantener el ángulo perfecto.
“¡¡NooOOO, esta no la desaconsejes, Brenda!!”, grita la becaria del fondo. Lo sé, lo sé, es la postura multiorgásmica por excelencia porque estimula todo el pene y toda la vagina, incluyendo el Punto G y el Punto U, pero ¡es muy profundaaAAA! Algunas páginas la recomiendan para echar un polvo durante el periodo menstrual argumentando que al estar la mujer tumbada bocarriba con las piernas flexionadas, es cómoda si se sufre dismenorrea , pero discrepo; siguiendo este argumento, todas las que he descrito serían aconsejables. Así que ya sabes, durante la menstruación, solo “mariposas en el estómago”, es más romántico y menos peligroso.
Las mejores posturas sexuales durante la menstruación
Domina el hombre
Las posturas sexuales en las que es el hombre quien marca el ritmo, ángulo y profundidad de la penetración pueden llegar a lastimar a la mujer si él pierde el autocontrol, algo que ocurre con bastante frecuencia. Un modo de evitarlo es, sin duda, la comunicación entre los amantes, pero si prefieres no arriesgarte a que priorice su placer y no tu seguridad, te recomiendo las siguientes porque son poco profundas. De este modo, los dos disfrutaréis del placer psicológico del rol dominación/sumisión sin correr el peligro de que te lastime el cuello del útero.
La Unión del Elefante
Aunque algunas páginas recomiendan la Postura del Perrito o “a cuatro patas” para follar durante la menstruación porque se reduce la salida de flujo, «El Perrito» intensifica los dolores de espalda de la mujer y es muy profunda, por lo que yo la evitaría. Si os ponen las posturas en las que él penetra desde atrás, es mejor la Unión del Elefante: íntima emocionalmente, poco profunda y muy placentera para ambos porque tanto el glande como las paredes frontales de la vagina y el punto G reciben una estimulación fuerte.
La mujer se acuesta bocabajo en la cama y el hombre se tumba encima de ella, cubriéndola totalmente con su cuerpo. Ella puede tener las piernas abiertas para facilitar la penetración, pero es mejor que después las cierre y apriete los muslos para evitar que el pene se salga. Aunque es una postura muy cómoda y relajada, si el hombre pesa mucho, la mujer puede sentirse aplastada; para evitarlo, él deberá elevar un poco el tronco y apoyarse en los antebrazos.
La Postura de las Cucharas o Cucharita
La mujer se tumba de lado con las piernas extendidas o ligeramente flexionadas en posición fetal. El hombre se acopla a su espalda y la penetra por detrás. En la Cucharita, es aplicable el truco anterior: es mejor separar un poco las piernas para facilitar la penetración, pero luego la mujer deberá cerrarlas y apretar los muslos, para evitar que el pene se salga.
Esta postura también es muy íntima, poco profunda, cómoda, ideal si se penetra con el movimiento denominado «golpecitos o movimientos pequeños» en el que solo se introduce el glande estimulando este y la entrada de la vagina y además tiene un bonus muy placentero: el hombre puede acariciar los pechos, el vientre y el sexo de la mujer, y besar su cuello, orejas y hombros. Delicioso.
La Postura del Misionero
A pesar de las malas lenguas que la tachan de aburrida, la Postura del Misionero cuenta con muchos adeptos, quizá porque permite múltiples variantes que estimularán distintos puntos erógenos de la mujer, permite abrazarse y mirarse a los ojos y, en el caso del sexo durante el periodo, es cómoda, disminuye los calambres y dolores menstruales y reduce la salida del flujo. Además, no es especialmente profunda, salvo que la mujer coloque unos cojines debajo de su culo para elevar la pelvis y entrelace sus piernas en las caderas del hombre.
Domina la mujer
La ventaja principal de todas las posturas sexuales en las que domina la mujer es evidente: será ella la que controle el ritmo, profundidad y ángulo de penetración, evitando lesiones en el cérvix; pero no están exentas de riesgo: hay que evitar aquellas en las que el hombre se sienta
en una silla y ella encima ya que son especialmente profundas, usar cojines para elevar la pelvis por lo mismo y los movimientos en los que se «cabalga» como el Séptimo de Caballería.
La postura del Andrómaco o Vaquera
El hombre se tumba bocarriba con las piernas estiradas y la mujer se sienta de cara a él, encima de su pelvis, de rodillas, en cuclillas o a horcajadas, con el tronco estirado. Aunque sea ella la que lleve las riendas, él podrá “rebelarse” un poco y acariciar todo el cuerpo de la mujer y penetrarla analmente con sus dedos o un juguete.
Postura del Alineamiento Perfecto
El hombre se tumba bocarriba con las piernas estiradas y la mujer, sobre él, a horcajadas. Tras introducirse el pene, cerrará bien las piernas comprimiendo los muslos para mantener la penetración y se tumbará encima de él, cuerpo con cuerpo, en alineación perfecta. Los movimientos deberán ser verticales, lentos, de adelante hacia atrás, para estimular su clítoris y las paredes frontales de la vagina, que deberán estar bien apretadas alrededor del pene para que el placer sea más intenso para ambos.
Esta postura, al igual que la del Andrómaco o la Vaquera y cualquiera en la que la mujer esté encima, se enfrenta a la Ley de la gravedad que provocará que la salida del flujo sea más copiosa. Si eso os incomoda, ya sabéis que podéis usar Ziggy Cup, la única copa menstrual con la que se puede echar un polvo durante el periodo sin manchar las sábanas.
Estas son las posturas sexuales que os recomiendo para disfrutar del sexo penetrativo durante la regla, si conocéis alguna que he omitido, por favor, compartid en los comentarios para que todos aprendamos. Termino ya, pero no sin añadir dos recomendaciones indispensables: la primera: antes de mantener relaciones sexuales durante la menstruación, consulta a tu médico especialista para saber si es aconsejable para tu salud, por favor; y la segunda: obviamente puedes usar una copa menstrual de extranjis si a tu amante le desagrada la regla, pero siempre he defendido el sexo sano, seguro y consensuado. Sé honesta, un No es un No. Si tu amante no quiere tener sexo, respétale; además, siempre puedes disfrutar de tu sexualidad a solas, ¿no es cierto?
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.