¿Qué son los miomas uterinos?

Salud femenina | | Brenda B. Lennox

Los miomas uterinos (también conocidos como fibromas uterinos) son el tumor benigno del órgano reproductor femenino más frecuente; las estadísticas indican que afectan al 50% de las mujeres en edad fértil, aunque algunos especialistas consideran que el porcentaje puede llegar al 75%.

El problema es que como tienen síntomas parecidos a otros trastornos, como sangrado menstrual abundante, cólicos menstruales, dolor en la parte baja de la espalda o estreñimiento, su detección es tardía ya que (al igual que la endometriosis) no vamos al médico pensando que no es nada o este le quita importancia (por creer que son síntomas de desarreglos menstruales) o realiza un diagnóstico erróneo. 

Aunque no están asociados con un riesgo mayor de desarrollar cáncer de útero (la incidencia es muy baja), si los fibromas uterinos no se tratan, pueden causar trastornos graves como infecciones urinarias, dolor intenso, sangrado muy abundante, anemia y problemas durante el embarazo (incluyendo el nacimiento prematuro del bebé y un aborto), entre otros.

De ahí que sea tan importante saber en qué consisten, cuáles son sus causas y síntomas más comunes, las opciones de tratamiento y las medidas de prevención que podemos adoptar para reducir el riesgo de desarrollarlos.

Miomas uterinos: concepto y tipos

Los miomas uterinos (también conocidos como fibromas uterinos) son tumores benignos que crecen en el útero y que se clasifican atendiendo a la zona concreta en la que aparecen: 

  • Miometrales: pared muscular del útero.
  • Submucosos: justo bajo la superficie del revestimiento uterino.
  • Subserosos: justo bajo la cubierta externa del útero.
  • Pedunculados: en un tallo o pedúnculo largo en la parte externa del útero o dentro de la cavidad de este.

En cuanto a su tamaño, los fibromas uterinos pueden ser tan diminutos que no se aprecian sino con un microscopio o tan grandes que ocupen todo el útero; aunque por lo general, su tamaño es pequeño/medio y suelen aparecer varios y no uno solo. No obstante, el tamaño de los tumores no tiene por qué estar relacionado con la gravedad de los síntomas e incluso los fibromas pequeños pueden causar problemas.

Causas de los miomas uterinos

Aunque no se conocen con exactitud las causas de aparición de los fibromas uterinos, los expertos coinciden en los siguientes factores:

  • Factores hereditarios. Suele ser frecuente en mujeres de la misma familia, sobre todo las relacionadas en primer grado.
  • Factores hormonales. Los cambios en los niveles de estrógenos parecen ser un factor principal; de ahí que la fibrosis uterina sea más habitual durante la etapa fértil, que durante la pubertad o tras la menopausia.
  • Raza afroamericana.
  • La menopausia tardía.
  • La menarquia precoz. 
  • No haber tenido hijos.
  • Embarazo. El aumento de estrógenos durante la gestación favorece el crecimiento de los miomas, aunque tras el parto suelen regresar a su tamaño anterior.
  • Obesidad.
  • Hábitos: anticonceptivos hormonales, tabaco, alcohol, sedentarismo y alimentación rica en grasas y carnes rojas.

Síntomas de los miomas uterinos

La mayoría de las mujeres que tienen fibromas uterinos no padecen síntomas. De hecho, muchas veces se detectan en una exploración rutinaria o específica por otros trastornos. No obstante, cuando crecen o se encuentran en el endometrio, pueden presentar alguno de los siguientes síntomas:

  • Metrorragia o sangrado entre periodos.
  • Hipermenorrea o sangrado menstrual abundante, que puede contener coágulos de sangre.
  • Amenorrea o ausencia de menstruación durante meses.
  • Periodos menstruales de mayor duración.
  • Cólicos pélvicos o dolor durante los periodos (a veces, también de manera constante).
  • Lumbalgia o dolor lumbar (en la parte baja de la espalda).
  • Urgencia urinaria o necesidad de orinar con frecuencia. 
  • Incontinencia urinaria o pérdida involuntaria de orina.
  • Estreñimiento.
  • Abdomen inflamado (a la altura del ombligo o por debajo de este).
  • Sensación de presión o pesadez en la parte baja del abdomen.
  • Dolor o dispareunia durante las relaciones sexuales.
  • Sangrado después de las relaciones sexuales.

Si no se tratan, las complicaciones de los miomas uterinos pueden incluir:

  • Anemia causada por el abundante sangrado.
  • Infecciones urinarias.
  • Dolor intenso o sangrado muy abundante, que precisa una cirugía urgente.
  • Retorcimiento del mioma, que puede necesitar cirugía.
  • Esterilidad, si los miomas submucosos ( los que se desarrollan justo bajo la superficie del revestimiento uterino) impiden que el embrión se implante en el endometrio.

Durante el embarazo, los fibromas uterinos pueden causar las siguientes complicaciones:

  • Aborto.
  • Parto prematuro.
  • Necesidad de cesárea. 
  • Sangrado abundante tras el parto.

Diagnóstico y tratamiento de los miomas uterinos

Consulta con tu ginecólogo si quieres quedarte embarazada, si tienes riesgo de desarrollarlos (genética, raza, edad…), si presentas alguno de sus síntomas y, sobre todo, si sientes pesadez e hinchazón en el vientre, sangrado entre periodos menstruales, sangrado abundante durante la menstruación (si no es una característica de la tuya), sangrado durante la perimenopausia y tras la menopausia o cólicos intensos.

El médico puede hacerte pruebas como ultrasonido, resonancia magnética, ecografía, laparoscopia pélvica, histeroscopia o una biopsia endometrial; aunque no siempre son fáciles de detectar, por ejemplo, si son de tamaño pequeño o si sufres obesidad.

En cuanto al tratamiento, dependerá de factores como el tipo de mioma uterino, sus síntomas, tu edad, si estás embarazada o si quieres tener hijos en el futuro, y puede incluir terapias hormonales, medicación para aliviar los cólicos y el dolor, suplementos de hierro para prevenir o tratar la anemia férrica y dispositivos intrauterinos (DIU) que secreten hormonas (como la progestina) para ayudar a reducir el sangrado abundante y el dolor. 

Si ya has pasado la menopausia y sufres sangrados, es de vital importancia que te realicen pruebas para descartar un cáncer de de útero; si las pruebas son negativas, el médico deberá decidir qué tratamiento aplicar y si es conveniente esperar un poco hasta que remitan los síntomas, ya que tras la menopausia, los miomas suelen disminuir de tamaño con el tiempo.

En casos graves, pueden ser necesarios procedimientos quirúrgicos como la embolización de las arterias uterinas, la ablación endometrial, la miomectomía y la histerectomía. La diferencia entre estas dos últimas es que en la miomectomía se extirpan los miomas del útero, y es posible tener hijos, aunque no siempre es definitiva, ya que pueden comenzar a crecer nuevos fibromas (alrededor del 25% de las mujeres que se sometieron a una, deben realizarse una histerectomía entre 4 y 8 años después); la histerectomía es la extirpación completa del útero por completo y a diferencia de la anterior, sí es definitiva, pero no se pueden tener hijos.

Prevención de los miomas uterinos

Aunque algunos factores de los fibromas uterinos son inevitables, cambiar los siguientes hábitos disminuirá el riesgo:

  • Anticonceptivos hormonales. El uso precoz y prolongado de anticonceptivos hormonales suele aumentar el tamaño de los tumores. Consulta con tu médico sobre métodos anticonceptivos alternativos.
  • Tabaco. El tabaquismo es uno de los factores de aparición de fibromas uterinos, porque afecta a la producción de estrógenos. Además, como vimos en este artículo, fumar causa trastornos menstruales (retraso de la primera menstruación, reglas irregulares, ausencia de menstruación), adelanta la llegada de la menopausia (entre uno y cuatro años) y aumenta los casos de dismenorrea o dolor menstrual intenso, entre otros. 
  • Alimentación incorrecta. Otros estudios concluyen que una dieta equilibrada, rica en verduras y frutas, y baja en carne roja, alimentos procesados, grasas, cafeína y alcohol, reduce el riesgo de sufrir miomas uterinos. 
  • Sedentarismo.Vida activa y ejercicio físico. Algunos estudios revelan que el riesgo de padecer este tipo de tumores podría reducirse hasta un 40% en mujeres con un estilo de vida activo, que incluye el ejericico físico moderado. 
  • Obesidad: existen evidencias de que la obesidad es un factor de riesgo de padecer fibromas uterinos, debido a los cambios hormonales que provoca este trastorno, como el hiperestrogenismo o exceso de estrógeno en el cuerpo. Además, como vimos en este artículo, el sobrepeso puede causar disfunciones ginecológicas, como el síndrome del ovario poliquístico (SOP), anovulación, preclampsia, impotencia, esterilidad, partos problemáticos, abortos y cáncer en los órganos reproductivos; además de otros trastornos de salud. Por otro lado, el sobrepeso puede dificultar el diagnóstico y complicar tratamientos como la histerectomía. 

Espero que este artículo te haya ayudado a conocer mejor este tipo de tumor benigno y que adoptes una vida más saludable para intentar prevenir su aparición. Por último, quiero insistir en que un alto porcentaje de mujeres con miomas uterinos no presenta síntomas, de ahí que si te encuentras en algún grupo de riesgo, es necesario que te hagas pruebas médicas con regularidad para descartarlos; y si has desarrollado alguno, que te informes muy bien de las características de cada tratamiento y sus consecuencias (que pueden incluir no tener hijos).

 

Fuentes:

MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de Medicina (EE. UU.) Miomas uterinos. Ultima revisión 1/10/2022. https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000914.htm

«Fibromas uterinos». Dra. Michelle Louie. Mayo Clinic.

«5 Síntomas de Miomas y que significan». Dr. Arturo Valdés. Creafam.

«Miomas». Doctor Juan Mario Troyano Luque, catedrático de Obstetricia y Ginecología. Cinfa Salud.

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