¿Tienes períodos irregulares cuando viajas? ¡Estos son los motivos!

Menstruación | | Brenda B. Lennox

¿Ha llegado el momento de las merecidas vacaciones?, ¿de una escapada de fin de semana?, ¿de un viaje de negocios? 

¿Qué harás cuando llegues a tu destino? ¿Ampliar conocimientos, descubrir lugares únicos, conocer gente, hacer senderismo o tumbarte en la arena de una playa, mecida por el compás de las olas…?

Hagas lo que hagas y sea cual sea el motivo, viajar puede convertirse en una experiencia inolvidable, siempre que la vivas con mentalidad y actitud positivas. 

Aunque, a veces, el ciclo menstrual sufre cambios y te fastidia los planes o te deja sumida en un mar de dudas. 

¿Por qué ocurre?

Cómo afectan los viajes a tu periodo

Viajar puede influir en tu ciclo menstrual: adelantar la regla y estropear tus planes si no estás preparada o retrasarla, lo que podría ser una buena noticia salvo que seas propensa al estrés cuando hay cambios en tu ciclo (porque podría ser un signo de que algo va mal o de que te has quedado embarazada).

Pero no tiene por qué ser un síntoma negativo, ya que los viajes pueden influir en la menstruación más a menudo de lo que pensamos. ¿Por qué? Según el Dr. Joshua U Klein, reproductólogo endocrinólogo, referente en su campo: 

«El control final del ciclo menstrual reside en las hormonas secretadas por el hipotálamo y la glándula pituitaria; esencialmente, en el cerebro».

Y cuando hay cambios en nuestra vida (como el estrés, la falta de sueño y/o un cambio en la dieta, estos afectarán directamente a dichas hormonas.

En otras palabras, cuando estas hormonas están desequilibradas, pueden afectar al ciclo menstrual causando períodos irregulares.

Ahora bien, no estamos diciendo que todos los viajes sean estresantes, reduzcan el sueño o fomenten un cambio en la dieta, pero a menudo lo hacen, debido a las hormonas.

El cortisol y la melatonina, hormonas directamente relacionadas con los viajes y el estrés

Además del estrógeno y la progesterona (las hormonas sexuales femeninas relacionadas con el ciclo menstrual, nuestro estado de ánimo y deseo sexual), el cortisol y la melatonina también impactan en nuestro período y estado emocional. 

El cortisol es conocida como la hormona del estrés, porque se activa cuando nuestro organismo percibe situaciones estresantes, preparándolo para la acción (huida); aunque también cumple otras funciones relacionadas con nuestro ritmo circadiano, el metabolismo, el sistema inmunológico y emociones, entre otras. 

Los niveles altos de cortisol pueden afectar al equilibrio de hormonas como el estrógeno y la progesterona y provocar ciclos menstruales irregulares, cambios en el flujo menstrual (períodos más abundantes) o incluso la ausencia de regla.

Aunque el estrés que dispara los niveles de cortisol suele ser el «malo», es decir, el causado por situaciones malas o preocupantes, también puede elevarlos el estrés «bueno» o eustrés, (que podría surgir si estás emocionada por tus vacaciones, por ejemplo). 

En cuanto a la melatonina, esta hormona regula el sueño y desempeña un papel importante en el ciclo de sueño-vigilia y en el ritmo circadiano (el ciclo biológico o reloj interno de aproximadamente 24 horas, que regula los ciclos de alerta y somnolencia en respuesta a los cambios de luz en el entorno). 

El problema es que, en palabras del Dr. Klein, «Las variaciones en los horarios de sueño, como los vuelos tempranos, los cambios de zona horaria y el estrés adicional, pueden tener algún efecto en estos niveles hormonales».

Cuando viajamos a lugares con diferente huso horario, nuestro cuerpo intenta regularse y adaptarse a su horario normal y aparece el jat lag, un trastorno que afecta a nuestro ritmo circadiano, causando síntomas como fatiga, insomnio, irritabilidad, problemas digestivos y desarreglos menstruales.

Por lo tanto, cuando los niveles de cortisol y melatonina están desequilibrados, la regla se adelanta o se retrasa, y esto puede ocurrir durante un viaje.

Otros factores que pueden afectar a tu periodo cuando viajas

Cambios en la altitud

El Dr. Moore señala que un cambio en la altitud podría influir en nuestro período menstrual. De hecho, según el informe «Advice for women going to altitude», de la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA), la menstruación puede verse modificada por las grandes altitudes (y detenerse, alargarse, acortarse o ser irregular) y por otros factores como el frío. Algo que deberías tener en cuenta si vas a esquiar o a algún lugar elevado.

Olvidarte de tomar la píldora anticonceptiva

«Si estás tomando la píldora, el motivo principal por el que viajar puede afectar tu período es si te olvidas de tomarla», dice la prestigiosa Dra. Donnicca Moore. «Cambiar de huso horario puede causar estragos en tu horario de píldoras y también en tu horario hormonal endógeno». Por eso es muy importante que seas consciente de la zona horaria en la que te encuentras y tomes la píldora a la misma hora todos los días, coincidiendo con el horario que sigues normalmente.

Cambios en la dieta y el ejercicio

Reconozcámoslo: las posibilidades de mantener los hábitos alimenticios y el programa de ejercicios mientras viajamos son bajas. Es normal, según la Dra. Alyssa Dweck, reconocida como una «Top Doctor» tanto por New York Magazine como por Westchester Magazine, «Con los viajes vienen cambios en los hábitos generales, como la dieta, el sueño, la hidratación o el ejercicio. Todo lo cual influye en la menstruación».

De la misma opinión es el Dr. Moore, «Es posible que estés comiendo diferentes alimentos, bebiendo agua diferente, y tus hábitos regulares de ejercicio y nutrición pueden estar totalmente parados». En principio, los cambios temporales en la alimentación y el ejercicio no afectan a nuestra menstruación en gran medida, pero sí el estrés que nos puede generar tomárnoslo muy en serio.

Estrés

El eustrés que experimentamos durante los viajes puede ser adaptativo y motivador, pero aunque sea «bueno» en ese sentido, puede afectar a nuestro ciclo menstrual. Por otro lado, durante los viajes podemos tener estrés negativo; problemas que surgen, cuidar de los niños, discusiones con la pareja, enfrentamientos con el jefe… pueden generarlo y afectar a nuestro estado de ánimo y a nuestra salud.

Enfermarse

Según el Dr. Moore, «El estrés también puede incluir el estrés de la enfermedad. Estás expuesto a diferentes tipos de virus y bacterias a los que estás acostumbrado»; es decir, cuando viajamos, nos exponemos a virus, bacterias y enfermedades de otros lugares y trastornos propios del verano, que debilitan nuestro sistema inmune y pueden afectar a nuestro ciclo menstrual. 

Cómo controlar la menstruación mientras viajas

Prepárate antes de viajar

Aunque el reloj interno necesita aproximadamente de 1 a 1.5 días para adaptarse por cada huso horario cruzado, puedes minimizar sus efectos si antes de viajar cambias lentamente tu rutina de sueño y alimentación a las de tu destino. 

Adáptate a tu destino

Cuando llegues, aprovecha la luz solar (favorece el ajuste de los ritmos circadianos), procura dormir bien, ajústate al horario local y mantente hidratada.

Sigue tu rutina habitual

Intenta continuar con tus hábitos, en especial los que te resultan imprescindibles para estar bien (como una dieta determinada, ejercicio físico o medicación).

Relájate

Si te cuesta dormir o te sientes muy estresada, puedes hacer uso de hierbas naturales, aceites esenciales (salvo que estés embarazada, porque los productos herbales son peligrosos), almohadas especiales, meditación, música, ruido blanco…

Ten a mano productos menstruales y métodos para aliviar el dolor

No todos los protectores menstruales son saludables en verano ni fáciles de conseguir en cualquier momento o lugar, así que lleva siempre contigo copas menstruales que no perjudiquen a tu salud y te permitan seguir con tus planes. 

Por otro lado, si eres propensa a cólicos y dolores de cabeza, recuerda llevar tu medicación habitual con la receta del médico (para tenerla disponible y por si te preguntan en aduanas).

Resumiendo: viajar puede afectar a tu ciclo menstrual, pero si estás preparada, no estropeará tus planes. Así que, ya sabes, ¡sé previsora y disfruta de la experiencia!

Traducido y ampliado por Brenda B. Lennox

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