Encontrar tu libido
No importa quién seas, lo más seguro es que en algún momento de tu vida has experimentado una diferencia entre tu deseo de intimidad y el de tu pareja. No siempre te puede apetecer; pero si a menudo te parece que tu falta de interés por el sexo, está afectando tu vida o tu relación, puede haber llegado el momento de ir a la raíz del problema.
Causas hormonales
Para las mujeres, tratar el tema del deseo sexual, puede resultar problemático debido a la compleja naturaleza de los factores que pueden ocasionarlo. Primero deberías intentar determinar si tu problema es físico o emocional. La causa física más común es el desequilibrio hormonal, aunque en sí mismo puede ser el resultado de muchas variables. La testosterona, tanto en hombres como mujeres, es la hormona clave para el deseo sexual. Además el equilibrio entre estrógeno y progesterona también cumplen un papel importante. Los niveles y el equilibrio de estas hormonas cambian durante la menopausia y el embarazo, pero también puede deberse a tener una mala alimentación o haber sido sometida a procedimientos médicos específicos como una histerectomía.
Ciertos medicamentos con receta médica también pueden afectar tu libido. Utilizar algunos métodos anticonceptivos y antidepresivos, trae como resultado que muchas mujeres tengan una perdida de interés en la intimidad; si piensas que alguna de estas razones puede ser la causa de tu problema asegúrate de consultar a tu médico sobre qué opciones tienes. Es habitual que algunas mujeres con la libido baja, la recuperen con solo cambiar de método anticonceptivo.
Conocer tus necesidades
Cuando no exista una razón médica clara sobre tu problema de libido, puede haber un problema emocional subyacente, en especial si es un problema que dura mucho tiempo. Para muchas mujeres, la falta de deseo sexual puede estar relacionado con una sensación de incomodidad con su propio cuerpo (consciente o no) o la falta de experiencias sexuales positivas en el pasado.
En el libro, The Case of the Female Orgasm, Elisabeth Lloyd recopiló los resultados de 33 diferentes estudios sobre el orgasmo femenino y–según varias investigaciones– revelan que hasta el 75% de las mujeres no alcanzan el orgasmo solo con la penetración. Aunque para muchas mujeres la intimidad sea muy satisfactoria sin necesidad de alcanzar el orgasmo, esta supuesta ineficacia puede afectar el deseo, al igual que la seguridad durante las relaciones, debido a que las mujeres asocian las experiencias íntimas con la presión de tener el orgasmo que se percibe como “lo correcto” y la constante incapacidad de alcanzarlo.
Por ello, a veces ayuda que te tomes el tiempo para descubrir qué tipos de estimulación van más contigo, sin tener la presión y la distracción de una pareja. Los masajeadores personales podrían ayudarte a empezar a conocer tu cuerpo, para prestarle atención absoluta a tus necesidades. Muchas mujeres que piensan que no disfrutan de las actividades íntimas y por ello no las desean, cambian de parecer al empezar a explorar diferentes métodos a solas y tomándose un tiempo para sí mismas.
Hacerte las preguntas adecuadas
Sé honesta contigo misma y evalúa si existen incidentes en el pasado que puedan haber contribuido a que tengas una visión negativa del sexo. Algunas mujeres, en especial aquellas con un historial de experiencias sexuales negativas, sufren de vaginismo (espasmos involuntarios de la vagina que producen dolor durante las relaciones sexuales). Si te resulta familiar, pudieras tener una pista de por qué el sexo es tan poco atractivo para ti; pero los consejos de un profesional y una terapia apropiada ayudan a muchas mujeres a superar el vaginismo, así que asegúrate de hablar con un médico lo antes posible.
También es posible que tengas problemas en tu relación actual, que has dejado de lado o intentas ignorar; toma un poco de distancia y honestamente evalúa si todo está como debería de estar con tu pareja. Es importante que hables sobre tus problemas de libido con tu pareja y no esperes a que de pronto desaparezcan. Recuerda que esto también afecta a tu pareja y no es algo que debas afrontar sola.
Los momentos varían
Por último, hay momentos de la vida en los que el sexo tiene muy poca prioridad; en especial después de haber dado a luz o al pasar por la menopausia. Por lo general, retomar el hábito de desear y disfrutar la intimidad después del parto, es algo que necesitará trabajo y no se resolverá solo. Sin embargo, sabiendo que es algo completamente normal, mantén una comunicación abierta con tu pareja (si tienes) y no olvides que a la mayoría de las mujeres les lleva un tiempo acostumbrarse a una rutina sexual normal después de estos cambios, y que sin duda es posible restablecer la calidad de tu vida íntima.
Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.