Riesgos de la depilación genital femenina
Creativos diseños de mariposas, corazones, letras o flechas; triangulitos teñidos con tonos sobrios como el castaño o coloridos como el rojo fuego; vajazzling con cristales de Swarovski, purpurina o diamantes… No podemos negar que la depilación del pubis femenino ha alcanzado cotas de creatividad que ni Dalí, ni tampoco que, por desgracia, las mujeres solemos someter a nuestra delicada vulva a estilos de depilación que van desde la línea del bikini hasta la integral (incluyendo la zona perianal y anal ¡auch!), con métodos que incluyen cuchillas, cera hirviendo y cremas que pueden poner en riesgo nuestra salud. ¿Por qué nos depilamos la vulva? ¿Cuáles son los riesgos a los que nos exponemos? ¿Es una decisión voluntaria o una imposición social?
¿Por qué nos depilamos las mujeres?
Según varios estudios, incluyendo el publicado en la revista de la Asociación Médica Americana, la mayoría de las mujeres se depilan por razones asociadas a su actividad sexual. Sin embargo, no hay ni un solo estudio científico que haya demostrado que la ausencia de vello aumenta el placer, por lo que especialistas como Jürgen Bratex, profesor de biología en la escuela Ostwürttemberg (Alemania), experto en divulgación médica sexual y autor de Sexualidad sin tabúes, consideran que la preocupación femenina se debe meramente a cuestiones estéticas. Y estas cuestiones estéticas giran en torno a una idea peligrosa: el pubis depilado es indicativo de feminidad. Curioso, sobre todo si consideramos que la aparición del vello coincide con la pubertad, la etapa en la que una niña evoluciona para convertirse en mujer.
La periodista Stephanie Rose afirma en La defensa del pelo. Contra la dictadura de la depilación íntima que la depilación púbica se volvió una moda con la democratización de la pornografía. La depilación vaginal es una preferencia machista; los hombres se sienten halagados al saber que la mujer se ha preparado para estar con él. En su libro A contrapelo. O por qué romper el círculo de depilación, sumisión y autoodio, Bel Olid denuncia que la depilación es parte de una estrategia social que sexualiza a las niñas y aniña a las mujeres.
“Eliminar todo el vello corporal de las mujeres y exigirles vulvas de niña contribuye a borrar la frontera de la pubertad como límite socialmente inviolable que los adultos no pueden traspasar a la hora de tener relaciones sexuales. Uniformiza el objeto de deseo de los hombres heterosexuales en un solo grupo en el que no hay distinción por edades, en el que todas, niñas, jóvenes o mujeres, tienen que cumplir las mismas normas”.
Según la sexóloga Magirena, “La sexualidad ha cambiado bastante; hay una pérdida de la intimidad, todo se expone. Es más importante el “cómo me ven” que el “cómo me siento”. Yo pienso que estos comportamientos son un poco regresivos, creo que verse toda depilada es algo infantil y el sexo compartido y placentero es cosa de adultos. Sabiendo que son más las mujeres las que se rasuran todas, pensar que un hombre se excita con un pubis aniñado suena bastante perverso”.
El doctor Ghedin va más allá afirmando que la depilación integral produce en los hombres adultos fantasías de estar con una mujer más joven, una adolescente. Inquietante, aunque lo cierto es que en el porno actual, lo «normal» son los coños totalmente rasurados de adolescente, mientras que los que tienen vello están relegados a las estanterías del fetichismo como si fuera una práctica oscura y sucia. Las mujeres se depilan porque se sienten menos atractivas con vello, sucias, poco femeninas, llegando a renunciar a un encuentro sexual si no están depiladas. Pero no solo renuncian al sexo: están poniendo en riesgo su salud.
Función del vello
El vello púbico aparece en la pubertad debido a la influencia de andrógenos y estrógenos y forma parte de los caracteres sexuales externos. Según el doctor Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo, “Se cree que su origen se remonta al desarrollo, cuando el hombre tuvo que caminar erguido y el vello señalaba el área genital”. Otras teorías sostienen que servía para calentar la zona o que mostraban una parte del cuerpo que podía resultar excitante para los otros.
Desde el punto de vista ginecológico, el vello amortigua el impacto de golpes o fricciones sobre el pubis protegiendo los genitales externos. Además, impide que el sudor que recorre el cuerpo llegue a ellos, actuando como una malla protectora frente a gérmenes y otras secreciones como, por ejemplo, la materia fecal.
El vello también cumple una función sexual. En su base se encuentran glándulas sebáceas que humectan la zona y segregan feromonas que estimulan el deseo sexual masculino. Y no, el aroma único que segrega tu sexo no es sinónimo de suciedad, y tan erróneo es depilárselo por ese motivo como lavarte con jabones que perjudican su pH o, peor aún, darte duchas vaginales. La eliminación del vello no tiene nada que ver con la higiene; es más, su desaparición favorece las infecciones.
Peligros de la depilación en abstracto
La depilación conlleva riesgos con independencia del método empleado: infecciones de transmisión sexual (ITS), hidrosadenitis supurativa, vulvodinia, neoplasia vulvar intraepitelial (VIN), prurito vulvar e hipersensibilidad.
• ITS. Debido a la depilación integral han aumentado drásticamente los condilomas genitales causados por el virus del papiloma humano (HPV), así como el contagio de otras enfermedades de transmisión sexual como el molusco contagioso o molluscum contagiosum, una infección viral de la piel. Y no solo integral; Emily Gibson, directora médica de la Western Washington University, recomienda no depilar la zona del bikini porque aumenta la posibilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual debido las pequeñas heridas que se generan.
• Hidrosadenitis supurativa. La depilación también está relacionada con la hidrosadenitis supurativa, una afección cutánea que provoca la formación de pequeñas y dolorosas protuberancias debajo de la piel.
• Vulvodinia. La depilación puede originar o agravar la vulvodinia, una patología crónica que se caracteriza por un dolor o ardor intenso en la totalidad de la vulva o en una parte de ella que dura más de tres meses.
• Neoplasia vulvar intraepitelial. Se ha encontrado relación entre la depilación y la aparición de la neoplasia vulvar intraepitelial, una enfermedad de la piel de la vulva que representa una lesión previa o precursora de este tipo de cáncer.
• Prurito vulvar. También se ha encontrado relación entre la depilación y el prurito vulvar, una afección caracterizada por un picor intenso y constante en la zona de la vulva.
• Hipersensibilidad e irritación crónica. El vello amortigua los golpes o fricciones sobre el pubis y la vulva, por lo que su desaparición aumenta la irritación por el roce con la ropa o con la pelvis del amante durante las relaciones sexuales. A esto se suma la irritación que producen determinados métodos depilatorios, que puede convertirse en crónica.
Riesgos de depilarse con maquinilla
La cuchilla produce pequeñas lesiones (heridas o irritaciones) que favorecen la entrada de microorganismos, incrementando el riesgo de desarrollar una infección: verrugas y papilomas, herpes, hongos, tiña y sífilis.
También se incrementa el riesgo de padecer foliculitis, una afección cutánea en la que los folículos pilosos se inflaman provocando picor y dolor, y que puede degenerar en úlceras escamosas y no curables. En la mayoría de los casos, la foliculitis se produce por una infección de los folículos a causa de la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo), aunque también por causa de virus y de hongos, e incluso por una inflamación por vellos encarnados.
Riesgos de depilarse con cremas
La crema depilatoria es un producto químico que actúa sobre la queratina presente en el vello, provocando su caída. Debido a su composición (única en cada marca), no se recomienda su uso a las mujeres alérgicas a determinados productos y/o con la piel muy sensible. De hecho, los prospectos recomiendan no aplicarla en la zona a depilar sin haberla probado previamente en una zona pequeña para ver si esta reacciona negativamente.
A esto se suma la delicadeza de la vulva, por lo que solo pueden aplicarse las específicas para esta zona. Aun así, los riesgos más comunes de las cremas depilatorias, las decolorantes y los tintes para el vello púbico son los siguientes:
• Reacciones alérgicas.
• Inflamación en la piel.
• Decoloración y/o manchas en la piel.
• Vaginitis irritativa.
• Dermatitis irritativa.
• Vellos encarnados.
Riesgos de depilarse con cera
Tanto la depilación con cera (fría, caliente) como la realizada con bandas depilatorias se caracterizan por arrancar el vello de raíz tras un tirón enérgico de este. En general, no se recomienda este tipo de depilación a las mujeres que tengan la piel fina y sensible, verrugas genitales, mala circulación, infecciones en la piel o diabetes. En particular, los problemas que puede causar son los siguientes:
• Infecciones. La depilación con cera genera abultamientos y daña la piel, facilitando infecciones como herpes, verrugas genitales o VPH.
• Quemaduras. La cera caliente puede llegar a hervir. Si se aplica a una temperatura elevada quemará la piel.
• Vellos encarnados. La depilación con cera extrae el pelo desde el folículo y acaba debilitándolo. Con el tiempo, el vello no tiene fuerza para atravesar la piel, llegando a enquistarse en su interior.
• Cicatrices.
• Rotura de vasos sanguíneos.
• Reacciones alérgicas.
• Vaginitis irritativa.
Riesgos de la depilación LPI
La depilación LPI (Luz Pulsada Intensa) elimina o debilita los folículos pilosos del vello mediante pulsos de luz intensa policromática.
Aparte de las recomendaciones generales sobre su correcta aplicación, no se recomienda realizar la depilación LPI sobre pieles bronceadas o morenas, tatuajes, varices, lunares, manchas, heridas o irritaciones, ni si se están tomando medicamentos fotosensibles.
Si bien es un método seguro, también puede provocar efectos secundarios:
• Formación de edemas y zonas enrojecidas en las áreas que rodean al folículo piloso.
• Irritación temporal de la piel.
• Ampollas.
• Hipopigmentación: Aparición de pequeñas manchas decoloradas en la piel tratada.
Riesgos de la depilación con láser
La depilación con láser también es fotodepilación como la LPI, solo que se realiza con luz monocromática. Suele ser un procedimiento seguro siempre y cuando se lleve a cabo por un profesional cualificado. No obstante, existen riesgos y efectos secundarios que debes tener en cuenta.
Efectos secundarios habituales que suelen durar unos tres días:
• Inflamación del folículo tratado.
• Dolor, hormigueo o entumecimiento.
• Picor en la zona.
• Enrojecimiento de la zona: efecto muy común debido a que la exposición al láser puede crear una herida en la piel y esta se enrojece.
Efectos secundarios temporales que duran un corto periodo de tiempo de días, semanas o meses:
• Enrojecimiento.
• Inflamación.
• Ampollas.
• Hipopigmentación.
Efectos secundarios graves:
• Quemaduras.
• Cicatrices.
• Hiperpigmentación u oscurecimiento de la piel.
• Infección de las heridas. Cuando la epidermis de la piel resulta dañada está más expuesta a las bacterias, virus y hongos que pueden provocar una infección.
Efectos secundarios poco habituales
• Hematomas Púrpura. Los daños en un vaso sanguíneo provocan un sangrado bajo la piel que ocasiona la aparición de un hematoma. Generalmente desaparece al cabo de tres o cinco días.
• Postillas: La aparición de costras o postillas puede ocurrir después del tratamiento con cierto tipo de láser y suele deberse a haber tratado en exceso una determinada zona. Debe ser tratado con cuidados postoperatorios, sobre todo si han aparecido después de un tratamiento con láser alejandrita o láser de rubí de largas pulsaciones.
El tabú del vello femenino
La mayoría de las mujeres afirman que se depilan porque quieren, porque se sienten más atractivas o por motivos de higiene. Sin embargo, algunas voces críticas afirman que la depilación no es realmente una elección libre, sino que está marcada por el control que tiene la sociedad sobre el cuerpo de las mujeres mediante un ideal de belleza impuesto por la publicidad y los medios, como requisito determinante de la feminidad y de su valía como personas. La mujer que no se ajusta a esos ideales de belleza no solo sufre el desprecio y el rechazo de la sociedad, también acaba rechazándose a sí misma porque la han convencido de que los únicos cuerpos posibles y deseables son los que muestra la publicidad.
Un nuevo movimiento social reivindica la ruptura del tabú del vello femenino y la necesidad de respetar la decisión de las mujeres que no quieren depilarse. Ejemplos de su avance son la actriz Camerón Díaz, que defiende el monte de Venus en un capítulo de The body book (El libro del cuerpo); o la columnista Caitlin Moran, que aboga por no depilarse en su libro Cómo ser mujer; o la agencia de publicidad Mother London, que creó el Bush Project (Proyecto Arbusto), un llamamiento a que las mujeres permitieran que la fotógrafa Alisa Connan inmortalizara sus pubis sin depilar. Otros llamamientos inundan redes sociales como Instagram, en el que miles de mujeres se han unido al reto de mostrarse sin depilar bajo hastags como #letitgrow #bodyhairdontcare o #bodyhairmovement.
Reflexionemos sobre el verdadero motivo por el que nos depilamos, los riesgos de hacerlo y si realmente nos compensa. Será enriquecedor, sin duda.
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.