¿Es Normal El Sangrado Posmenopáusico?
La menopausia (del griego «mens» que significa mensualmente y «pausi», cese) es el momento en el que termina definitivamente el ciclo menstrual (se entiende que esto ocurre cuando han pasado 12 meses sin regla) debido a que los ovarios dejan de liberar óvulos y de producir estrógeno y progesterona. Por lo general, las mujeres la experimentan alrededor de los 50 años, aunque el rango de edad oscila entre los 45 y los 55.
Alrededor del 4-11% de las mujeres posmenopáusicas tienen algún tipo de sangrado y la mayor parte de este porcentaje, dentro del primer año posterior a ese cese definitivo, aunque también puede aparecer en los años posteriores. Cualquier sangrado que ocurra a partir de la menopausia es anormal y puede ser causado por distintas afecciones o trastornos como atrofia del endometrio (reducción excesiva del mismo), hiperplasia endometrial (aumento del grosor del revestimiento del útero), pólipos (tumores benignos), infecciones o cáncer de endometrio, ovario o cuello uterino, entre otros. De ahí que sea tan importante conocer los distintos síntomas y consultar con el médico para que diagnostique su origen y prescriba el tratamiento adecuado.
Concepto y causas del sangrado posmenopáusico
La causa principal del sangrado posmenopáusico (SPM) es la atrofia endometrial (60%), seguida por los pólipos endometriales (25%), terapias hormonales con efecto endometrial (15-25%), hiperplasia endometrial (5-10%) y cáncer de endometrio (10%). Menos del 10% restante obedece a diversas causas que no tienen relación con el endometrio, como cáncer de cuello uterino, trastornos de la coagulación, cervicitis y vaginitis, entre otras.
Atrofia endometrial
El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero y cuya función es albergar al óvulo fecundado permitiendo su implantación; cuando no se produce la fecundación, el cuerpo lo expulsa durante la menstruación; es decir, el flujo menstrual es un fluido compuesto por restos del endometrio, sangre, moco cervical y flujo vaginal.
La atrofia endometrial es un trastorno en el que el endometrio se adelgaza debido a la falta de estrógenos. Como la falta de estrógenos es una característica de la menopausia, es más habitual durante esta, aunque también pueden sufrirlo mujeres en edad fértil por factores como métodos anticonceptivos hormonales, disfunción ovárica, deporte excesivo y flujo insuficiente de sangre hacia el endometrio, entre otros.
Si el sangrado es causado por atrofia endometrial, suele ser leve, no recurrente y doloroso; también pueden aparecer otros síntomas característicos de la disminución de estrógenos como sequedad vaginal, infecciones recurrentes y dolor durante las relaciones sexuales.
El tratamiento para la atrofia endometrial puede incluir terapia con estrógenos, estimulación eléctrica en piernas y abdomen para aumentar el flujo sanguíneo al útero y acupuntura. También se recomienda hacer ejercicio físico para aumentar la circulación sanguínea y evitar comprimir los órganos reproductores.
Pólipos endometriales
Los pólipos endometriales son crecimientos no cancerosos que se adhieren al endometrio. Al igual que en la atrofia endometrial, su causa principal son factores hormonales (aunque, en este caso, niveles altos de estrógenos) y también puede darse antes de la menopausia.
Como factores de riesgo para desarrollarlos, se mencionan la terapia de reemplazo de hormonas posterior a la menopausia, la obesidad, la presión arterial alta y tomar tamoxifeno para el cáncer de mama.
Los pólipos endometriales pueden ser tratados con medicación, pero es necesario extraerlos (por lo general, mediante una histeroscopia) ya que aunque son benignos, algunos si pueden ser precancerosos.
Terapias hormonales con efecto endometrial
La terapia hormonal es un tratamiento que se utiliza para reemplazar las hormonas que el cuerpo deja de producir tras la menopausia y reducir los síntomas más habituales de esta etapa vital, como los sofocos y las molestias vaginales.
Muchos especialistas son contrarios a las terapias de reemplazo hormonal porque desequilibran la flora vaginal, presentan muchas contraindicaciones (como hemorragias, dolor de cabeza, vómitos, edemas, dolor abdominal intenso, depresión severa) y aumentan el riesgo de sufrir cáncer de endometrio, enfermedades en la vesícula biliar e ictus (primera causa de muerte femenina).
Antes de aceptar este tipo de terapia, habla con tu médico sobre alternativas menos perjudiciales, utiliza cremas específicas para tu zona íntima y cuida tu alimentación, siguiendo los consejos que te damos en este artículo.
Hiperplasia endometrial
Aunque por lo general, los niveles de estrógenos descienden tras la menopausia, algunas mujeres los tienen elevados. Estos niveles altos de estrógenos sumados a niveles bajos de otras hormonas como la progesterona pueden causar hiperplasia endometrial, un trastorno que se caracteriza por un crecimiento excesivo de las células del endometrio que lo engrosan, y cuyos síntomas son sangrado vaginal abundante y duradero, dolor intenso de vientre continuado o durante las relaciones sexuales.
Tras la menopausia, otros factores para la aparición de la hiperplasia endometrial son la terapia hormonal con estrógenos sin sustitución de progesterona, el sobrepeso y el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Por otro lado, la hiperplasia endometrial es un factor de riesgo importante en la aparición del cáncer de endometrio, por lo que es esencial que las mujeres que la sufren se hagan exámenes médicos regulares. El tratamiento puede incluir medicamentos como progesterona o progestágenos sintéticos por vía oral, intramuscular o intrauterina, y extirpación quirúrgica del útero (histerectomía).
Cáncer de endometrio
El cáncer de endometrio es una neoplasia maligna cuyo síntoma principal es el sangrado posmenopáusico, aunque esto no quiere decir que cuando haya sangrado siempre haya cáncer de endometrio; en palabras de la doctora Christina Chu, «las mujeres en etapa posmenopáusica que presentan sangrado vaginal tienen un riesgo bajo de padecer cáncer de endometrio, pero la gran mayoría de las mujeres con cáncer de endometrio presentan sangrado». De hecho, solo un 6-19 % de las mujeres con sangrado posmenopáusico presentan una patología maligna del endometrio.
Es de vital importancia realizar pruebas para descartar esta neoplasia maligna, pues si se diagnostica cuando se encuentra en estado I, la tasa de supervivencia es del 95%.
Vaginitis hormonal
El descenso drástico de los niveles de estrógenos tras la menopausia puede causar vaginitis hormonal, un trastorno cuyos síntomas son el adelgazamiento del tejido vaginal, la inflamación de las paredes vaginales y una disminución en la lubricación, que provocan ardor o dolor al orinar, penetración incómoda o dolorosa (de cualquier tipo, es decir, tanto el pene, como juguetes sexuales, ejercitadores del suelo pélvico, tampones, copas menstruales, etc.) y sangrado leve tras las relaciones sexuales con penetración.
Por otro lado, aunque no se sufra vaginitis hormonal, uno de los trastornos más comunes tras la menopausia es la sequedad vaginal. Este trastorno puede causar abrasiones, fisuras o úlceras en las paredes vaginales, que favorecen trastornos en la vejiga (inflamación, infección, problemas al orinar…) y el desarrollo de infecciones vaginales (por hongos, virus y bacterias); dolor o dispareunia durante la penetración (tanto la sexual como la inserción de ejercitadores del suelo pélvico) y vaginismo. es decir, la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina, en respuesta a la penetración sexual, a un examen ginecológico e incluso a la inserción de un tampón.
Otras causas del sangrado posmenopáusico
- Infecciones en el útero o en el cuello uterino.
- Cáncer de cuello uterino.
- Cáncer de vagina.
- Tumores fibroides en el útero o la vagina.
- Sangrado de partes cercanas del cuerpo, como las vías urinarias o el recto.
Diagnóstico y Tratamiento del Sangrado Posmenopáusico
Dependiendo de las características del sangrado y otros síntomas que lo acompañen, el médico hará pruebas como una ecografía transvaginal, análisis como la prueba de Papanicolaou, biopsia endometrial, resonancia magnética, histeroscopia y ecografía.
Como hemos visto, el tratamiento dependerá de la causa del trastorno y puede incluir terapias hormonales, antibióticos contra la infección y operaciones como la histerectomía.
Para prevenir y tratar la sequedad vaginal que puede causar el sangrado durante o después de las relaciones sexuales, son muy efectivas las cremas humectantes vaginales como Balmy su composición incluye ácido hialurónico (que alivia la sequedad vaginal, porque hidrata y regenera las mucosas, respetando la microflora vaginal y el pH íntimo), escualeno vegetal (molécula con propiedades antioxidantes y antibacterianas, que aumenta la producción de colágeno e hidrata y regenera la piel desde el interior) y aceites vegetales ricos en ácidos Omega 3 (que también reparan y regeneran la piel desde el interior, al contribuir a la reconstrucción de las células). Además, Balmy no causa dermatitis ni alergias porque es hipoalergénica y no contiene perfumes ni gluten; tampoco altera el pH vaginal ni el equilibrio de su microflora (porque su pH es 4,5), y además es vegana y no testada en animales.
En cuanto a la necesidad de lubricación durante las relaciones sexuales, a diferencia de otros lubricantes que solo crean una capa deslizante, Feminine Moisturizer también hidrata la mucosa vaginal gracias a su composición a base de agua e ingredientes naturales (aloe vera, ginseng y avena). Además es respetuoso con el pH, microbiota y mucosa vaginales, al tener el mismo pH de nuestra zona íntima y como no contiene glicerina, perfumes ni parabenos, no provoca dermatitis.
Si experimentas sangrado posmenopáusico acude al médico para que diagnostique su origen. No lo dejes pasar. Como hemos visto, algunos de los trastornos que lo originan pueden tener graves consecuencias. Cuídate.
Fuentes:
«Sangrado después de la menopausia: ¿es preocupante?» Mayo Clinic. Tatnai Burnett, M.D.
«Estudio provee mayores detalles sobre sangrado posmenopáusico y cáncer de endometrio». Instituto Nacional del Cáncer. https://www.cancer.gov/espanol/noticias/temas-y-relatos-blog/2018/endometrio-cancer-sangrado-sintoma-comun
Rosales, Pierina, & Doren, Adriana. (2021). «Métodos de estudio de pacientes con sangrado uterino posmenopáusico. Recomendaciones prácticas». Revista chilena de obstetricia y ginecología, 86(5), 492-496. https://dx.doi.org/10.24875/rechog.m21000032
Brenda B. Lennox es el seudónimo de una escritora con varios premios literarios a su espalda. La máscara que le permite mostrar su lado más salvaje en textos eróticos que destilan crudeza no exenta de humor negro y poesía. La firma que avala su compromiso con la sexualidad y la salud femenina en artículos para medios como Volonté o Intimina.
