SPM y TDPM – Salud mental y ciclo menstrual
El síndrome premenstrual o SPM, es uno de los problemas más comunes, médicamente reconocido, entre quienes menstruamos. De hecho, es probable que hayas escuchado a muchas mujeres de tu familia quejarse sobre el síndrome premenstrual antes de saber que era tener el periodo. Los síntomas por lo general se presentan como una combinación de cambios de humor, cólicos y dolor, sensibilidad en los senos y distensión abdominal u otras molestias gastrointestinales. Aunque es ciertamente molesto, la mayoría de nosotras podemos sobrellevarlo, a veces con la ayuda de medicamentos o remedios naturales como el chocolate.
Pero el síndrome premenstrual tiene una hermanastra fea y malvada de la que probablemente nunca hayas oído hablar: TDPM. Algunos de los síntomas del trastorno disfórico premenstrual, como son el malestar físico y malhumor, son comunes al síndrome premenstrual, pero ahí es donde terminan las similitudes. Este monstruo es un trastorno psiquiátrico que ha sido recientemente añadido al Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales. Si has tratado de pedir ayuda para este problema de salud mental en el pasado, es posible que te diagnosticaran depresión general, que es diferente al TDPM. La depresión clínica puede durar semanas o incluso meses, mientras que el TDPM solo se presenta más o menos cuando ocurre el síndrome premenstrual.
El TDPM puede estar causado por los algunos los mismos problemas que causan la depresión, como son los cambios en la química cerebral. Algunos médicos lo achacan a la genética y la sensibilidad a la alopregnanolona, un neuroesteroide que puede afectar los niveles de progesterona y, a su vez, a los neurotransmisores como la serotonina. En resumen, cuando estas sustancias químicas están fuera de control, tu estado de ánimo puede sufrir seriamente.
Sabemos que quieres sobrevivir a tu periodo como la superwoman que eres, pero si piensas que el mundo se va a acabar antes de que la tía de rojo te visite, quizás sea el momento de ver un a médico. Hemos explorado algunas diferencias clave entre el síndrome premenstrual y el síndrome disfórico premenstrual que pueden ayudarte a descifrar si acabas de tener un caso desagradable de melancolía mensual o una afección médica grave que necesita tratamiento urgente.
Cambios de humor VS depresión, ira y ansiedad
El síndrome premenstrual típico es como estar subida en una montaña rusa emocional. Los anuncios de cachorritos hacen que se te salten las lágrimas o cosas tan pequeñas como que tu pareja se olvide de darte un beso al volver del trabajo, pueden sentirse como un ataque personal, en vez de ser un simple olvido.
Cuando tienes TDPM, llamar a tus síntomas mentales “cambios de humor” es subestimarlos. Es irritarte hasta estallar con alguien que en otras circunstancias es moderadamente molesto. Es estar realizando cualquier tarea cotidiana en casa, y de repente sentirte abrumada por unos sentimientos de tristeza tan inmensos que te saltas la cena y te quedas la noche despierta llorando en la cama. Es ponerte a pensar en tu futura carrera profesional, y esa actitud clara y decidida habitual tuya es reemplazada por miedo y ansiedad que te hacen considerar dejar tu trabajo. Y en casos extremos, es pensar en terminar con tu vida.
El TDPM, al igual que otros tipos de depresión, te consume mentalmente y los síntomas son demasiado fuertes para ignorarlos. Levantarse de la cama por la mañana o hacer una simple llamada a tu estilista para cortarte el pelo se convertirán en tareas imposibles. Si te das cuenta de que las acciones más simples de tu vida cotidiana se vuelven tan difíciles como escalar una montaña, es hora de visitar a tu médico de cabecera para que te derive al psiquiatra.
Melancolía VS renunciar a tus pasiones
Cuando tienes síndrome premenstrual, tu rutina diaria de ejercicio o levantarte del sofá para sacar al perro de paseo puede sonar poco apetecible: sáltate el footing un par de días después del trabajo y saca a Fido en el patio de atrás en vez de una hora en el parque. Reducir el tamaño de tus rutinas habituales es bastante normal justo antes o durante su período.
Sin embargo, si sospechas que tienes TDPM, notarás un cambio mucho más notable en cómo te sientes acerca de su vida. Tu pasión habitual por hacer joyas puede secarse por completo, lo que te lleva a considerar seriamente a tirar todos tus materiales de artesanía a la basura. Las visitas para ver tus sobrinos favoritos, que por lo general traen alegría al pensar en esos pequeños abrazos, ni siquiera te hacen sonreír. Y a pesar de que las cosas van muy bien en el trabajo de tus sueños, simplemente no puedes encontrar una razón para continuar con tus esfuerzos habituales. De hecho, sientes que deberías renunciar a la idea de la satisfacción profesional.
Pide ayuda si la necesitas
El TDPM te hará sentir que todo lo que una vez amaste ya no vale la pena, y que te sientes tan triste, enfadada o estresada que es imposible esforzarte en nada en la vida. Cosas como un ascenso o una visita de tus sobrinos no te hacen sentir bien o satisfecha. Si tus síntomas premenstruales han pasado de ser simplemente molestos a convertirse en unos problemas que cambian tu vida drásticamente, no temas hablar con tu amiga o ser querido de tu familia sobre buscar ayuda médica. Los síntomas del TDPM pueden reducirse significativamente con medicamentos, ejercicio y otros cambios básicos en el estilo de vida que también funcionan para la depresión general. Incluso si padeces de depresión ahora, no olvides que te mereces una vida feliz y saludable, pide ayuda.
Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.
Original en inglés de Colleen Godin