3 soluciones eficaces para la atrofia vaginal

A las mujeres nos llega la menopausia alrededor de los 51 años, por lo que la mayoría de nosotras viviremos al menos 1/3 de nuestras vidas más allá de la menopausia. ¡Queda tanto por vivir! Esta es una razón más para cuidar de nuestros cuerpos y poder disfrutar de muchos años de felicidad después de que nuestra fertilidad haya menguado.

Los niveles bajos o inexistentes de estrógeno durante la menopausia pueden afectar a tu salud y cambiar tu cuerpo y en particular tu vagina. Se estima que el 40% de las mujeres experimentan síntomas de atrofia vaginal en sus vidas, pero solo alrededor del 25% de esas mujeres buscan tratamiento. Pero no hay razón para vivir con esta afección. Tomar unas simples medidas preventivas ahora y conocer tus opciones, pueden ayudarte a tomar el control de tu bienestar íntimo y continuar disfrutando de una vida íntima y saludable en esta nueva etapa de tu vida.

¿Qué es la atrofia vaginal?

La atrofia vaginal, también llamada vaginitis atrófica, es el adelgazamiento, secado e inflamación de las paredes vaginales. Es causada por unos niveles bajos de estrógeno en el cuerpo, generalmente desencadenados por la menopausia, pero otras afecciones como los tratamientos contra el cáncer, cirugía para extirpar los ovarios, así como el parto y la lactancia (aunque éstos dos últimos son temporales) también pueden causar atrofia vaginal.

¿Cuales son los síntomas?

Durante la menopausia, tu cuerpo reduce gradualmente la producción de estrógeno, una hormona comúnmente asociada con el desarrollo y la función sexual de las mujeres. Los niveles más bajos de estrógeno causan sofocos, sudores nocturnos y cambios de humor. Sin embargo, el estrógeno también es responsable de mantener el pH y la humedad vaginal, así como de mantener tus tejidos reproductivos sanos y elásticos, incluida la pared vaginal, los labios vaginales y hasta la uretra del tracto urinario. El debilitamiento de estos tejidos y los cambios en las bacterias vaginales sanas también pueden causar algunas de las siguientes afecciones:

• Sequedad vaginal, picazón y ardor
• Cambios en la apariencia de la vagina, la vulva o los labios
• Relaciones sexuales dolorosas
• Manchado o sangrado durante el coito
• Aumento de la frecuencia de infecciones urinarias
• Aumento de infecciones vaginales debido a cambios en los niveles de pH

Anticípate: tratamiento precoz y prevención

Prestar atención a tu salud íntima es la mejor manera de disminuir los efectos de la disminución de estrógeno en el tejido vaginal. Para síntomas como la sequedad, hay diferentes remedios, como usar de un buen hidratante femenino con pH equilibrado a base de agua, puede ser muy efectivo. Éstos funcionan restaurando la humedad necesaria y reequilibrando el pH vaginal a su nivel naturalmente ácido. Otras soluciones preventivas que también pueden ayudarlo a reducir la atrofia incluyen:

> Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel pueden aumentar el flujo sanguíneo a la vagina, lo que ayuda a mantener el tejido sano y fomentar la lubricación natural. También ayudan a mantener los músculos del suelo pélvico tonificados, que pueden debilitarse a medida que envejecemos. Problemas como la incontinencia o el prolapso de los órganos pélvicos (cuando los órganos sobresalen en la vagina) se ven agravados por los bajos niveles de estrógeno durante la menopausia, por lo que el fortalecimiento de esos músculos es doblemente importante. Además, los ejercicios de Kegel también tienen el beneficio adicional de aumentar la sensación durante el sexo y ¡pueden mejorar tus orgasmos!

Tómate tu tiempo para aprender la técnica correcta para practicar ejercicios de Kegel, ya que casi el 50% de las mujeres tienen dificultades para aislar los músculos correctos. Muchas mujeres descubren que añadir un entrenador de Kegel a la rutina que use la biorretroalimentación para guiarte a través de la práctica, hace que mantenerse al día con el ejercicio sea mucho más fácil y efectivo para ayudarte a establecer metas y motivarte a seguir con los  ejercicios.

> Actividad sexual regular

El sexo practicado de manera regular, ya sea sola o en pareja puede aumentar el flujo de sangre a la vagina y mantener el tejido sano. Estimula la elasticidad, la flexibilidad y la lubricación de la vagina. Los estudios muestran que las mujeres que son sexualmente activas tienen mucha menos atrofia vaginal que las mujeres que no son sexualmente activas. La intimidad y el sexo pueden cambiar a medida que envejeces, pero siempre deben ser cómodas. Si sientes dolor o incomodidad, usa un lubricante con base de agua y date tiempo para excitarte a través de los juegos preliminares o los abrazos. No olvides que debes seguir utilizando algún tipo de método anticonceptivo hasta estar segura de que no puedes quedarte embarazada.

> Terapia de reemplazo hormonal

Uno de los tratamientos más comunes y efectivos para la atrofia vaginal es la terapia de reemplazo hormonal (o TRH) con estrógenos y, a veces, testosterona. Este tratamiento es prescrito por un médico y suelen administrarse por vía tópica aplicándose sobre la vagina o en la vulva, o por vía oral para tratar los sofocos, sudores nocturnos o el insomnio. Hay muchas opciones, incluidas pastillas, parches cutáneos, geles, cremas, aerosoles nasales, anillos vaginales y gránulos subcutáneos.

Sin embargo, la terapia hormonal no está exenta de riesgos. Ha habido algunos vínculos entre la terapia sistémica con estrógenos y algunas formas de cáncer. Las opciones bioidénticas y no orales son las opciones más seguras, pero es mejor discutir las opciones con tu médico para encontrar el mejor tratamiento para ti.

Mantenerte al día con tu salud íntima durante y después de la menopausia no tiene que ser muy diferente a cualquier otro momento de su vida. La vida íntima y el deseo no desaparecen con la menopausia, ¡al contrario, a menudo mejora! Así que toma el control de tu estado físico íntimo ahora y prepárate para esa nueva etapa de tu vida y tu sexualidad.

Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos por Intimina pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.

Clara De Santiago